jueves, 10 de mayo de 2012

Los muertos salen

Yo se los cuento señores,
es esto tremendo entuerto:
un día del cementerio
vi salir todos los muertos.

Voy a dar la introducción
al compás del instrumento
con su sonoro portento,
como hace en toda ocasión.
Relato con precisión
y con algunos temores,
saliendo de sus cajones
por las calles esparcidos
vi ese día los fallecidos,
yo se los cuento señores.

Sea ser vivo u occiso
todos quieren ser felices
maestros y aprendices
pa’ tal fin buscan hechizos.
Ese motivo conciso
ha despertado a los muertos
y con un mudo concierto
han querido ir marchando,
de verlo quedé pensando:
es esto tremendo entuerto.

Buscando las chicherías,
burdeles y lupanares
todos aquéllos lugares
que les dieron alegría.
Le pregunté al alma mía:
¿Qué es este gran misterio?
Me respondió con criterio:
Como quieren remoler,
se fueron pa’ no volver
un día del cementerio.

Los vivos les regalaron
botellas de tinto vino
empanás de rico pino
que entre todos disfrutaron.
Esto no me lo contaron,
yo se los digo, no es cuento
en las calles y por cientos,
armando tremenda rumba
de mausoleos y tumbas
vi salir todos los muertos.

Al fin, de verlos danzando
yo me uní a la algazara,
que todavía no para
y que aún vamos gozando.
Los vivos están cantando
y tararean los muertos;
si no tocan al momento
las notas de compañía,
compartiendo la alegría;
es esto un suceso cierto.

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