El tiempo es muy relativo.
Muchos me dijeron que no me hiciera ilusiones, que 21 días
nada son. Que en apenas 3 semanas no se puede hacer mucho, que en tan poco
tiempo sentir algo intenso era una locura.
Que con suerte íbamos a congeniar, que tal vez ni siquiera
nos gustaríamos al estar frente a frente.
Cosa de poca monta compartir un lapso tan corto, eres joven,
bla, bla, bla.
21 días para mí, fueron mucho. Muy importantes, valiosos y preciados.
21 días, o 21 años, o 21 algos…
No solo te quise, me tuve que guardar algunos te amo…
Pensé en: el color de nuestro living, el nombre de nuestro
gato, el auto que más nos convendría comprar, si aprender ese nuevo idioma, si
era mejor con mostaza, las plantas del comedor, si hacerme vegetariano, si irme,
si quedarme, si irnos, si estudiar de nuevo, si aventurarnos, si escribirte un
libro, si era tiempo de pedirte pololeo (pero te adelantaste), el nombre de
nuestros hijos (2 damitas y un varoncito), si con luz o sin ella, si verso o
décima, si amar más o mejor, la época de ir a Europa, si darte ese primer beso (pero te adelantaste),
las composiciones que hice para tus obras, si ventana, si pasillo, si guitarra
de seis o doce cuerdas, si arriba o abajo, si llorar o no…
Lo más importante, siempre pensé en un nosotros y no en un
yo. Todo en 21 algos, 21 algos muy cortos.
