lunes, 28 de marzo de 2016

Espectadores

 …Creo que esas mismas cosas me hicieron pensar en irme de la casa tan joven. A los 13 años ya no soportaba a nadie. No sabía lo que significaba el concepto de padre, salvo por las escasas visitas que tenía del mío y en las que parecía ni siquiera estar presente. No escuchaba a mi mamá, los gritos ya me habían cansado y mis hermanos jamás quisieron ser sensibles a la música. Según ellos era una pérdida de tiempo. En cuanto dijeron eso, me perdieron. Desde hace unos diez o doce años que no tengo noticia de ellos. Aparecieron en uno de mis primeros conciertos, de los importantes. Estuvieron allí, fueron un par más en un mar de 70.000 o 75.000 personas en un estadio. Pagaron sus entradas como cualquier otro. Entraron a los camarines, dijeron que mi música les encantaba ¿Para qué? No supe de que hablarles…

jueves, 24 de marzo de 2016

lunes, 21 de marzo de 2016

¿Si rezar no es suficiente?

Encendí la radio, cuidando de no dejarla a mucho volumen ya que el pequeño Vicho se podría despertar. Estaba muy cansada, llevaba conduciendo unas seis o siete horas consecutivas. Ya estaba amaneciendo cuando el auto comenzó a temblar.
Recé por mi familia y por mí.
De inmediato detuve el motor, pensando en algún desperfecto, pero el remezón se hizo más fuerte aún. Un extraño ruido, como el paso de un avión por el cielo, se colaba en el bosque y se amplificaba en la carretera. A diferencia de sonidos a los que uno está más acostumbrada, el zumbido no se detuvo. Se podía oír con más fuerza y agudeza cada vez. Volví a rezar.
Temí que estuviéramos siendo bombardeados o algo así, esas cosas se ven en la tele y a veces asustan.
No quise salir del auto, pasara lo que pasara me sentía más segura allí dentro. Tomé a Vicho en brazos. Ni siquiera con ese ruido ensordecedor despertó.
De pronto retazos de metal cayeron alrededor nuestro. Algunos bastante quemados, otros no tanto. Afortunadamente ninguno dio directamente en el auto.
Recé, con mucho miedo, recé por mi familia y por mí.
El bosque quedó casi en silencio, salvo por los chillidos de algunos pájaros que volaban espantados.
Esperé a que saliera el sol completamente para explorar la zona.
Di un par de pasos fuera del auto, siempre con Vicho a la vista, y encontré un casco. Un enorme casco, muy distinto a los de automovilismo. Con mucha curiosidad lo tomé en mis manos. Jamás había visto algo así. Pesado, lleno de cables de todo tipo, su superficie chamuscada. Todavía estaba caliente.
Al girarlo encontré el logo de Asociación Aeroespacial Internacional.
Volví al auto y sintonicé la emisora de los noticiarios.
El último transbordador enviado a orbitar la luna había explotado en su reinserción a la atmósfera. Toda la tripulación había muerto. El Presidente pedía que guardáramos la calma y que no nos alarmásemos, además, destacaba lo heroico de estas personas que arriesgaron su vida en pos de la ciencia por el bien de todos y cada uno de los ciudadanos de nuestro planeta.
Recé, con mucha pena, recé por todos ellos y sus familias.

jueves, 17 de marzo de 2016

Dormir

Soy el mejor durmiendo, tan fácil es para mí dormir que inclusive lo hago con los ojos cerrados.

martes, 15 de marzo de 2016

De la poesía

Búscale el cuesco a la breva
y el corazón a la caña;
hay que fijarse muy bien,
mira que la vista engaña.

Es ocupación genial
el escribir poesía
transforma la noche en día
y destierra todo mal.
Te da un gusto sin igual,
cuando al corazón eleva.
Perdonen pues que me atreva
a decir, siendo mal poeta:
si la palabra es tu meta
búscale el cuesco a la breva.

Muy bien tus líneas ordena
da en cada una opinión,
el ser vano no es opción,
no decir nada es condena.
Nunca uses idea ajena,
de comunidad extraña.
De raíz tus rimas baña,
Que tu pueblo sea el sustrato,
cinco patas busca al gato
y el corazón a la caña.

Házte del papel, aliado,
escribe sin descansar,
debes de mucho ensayar
si quieres buen resultado.
Si contento no has quedado
revisa una vez, diez, cien.
Mira en el verso también
si la métrica respetas
tu imaginario concreta,
hay que fijarse muy bien.

Memoriza toda tu obra
para luego recitarla,
que compartir y mostrarla
casi nunca está de sobra.
Házlo claro y sin zozobra
que el error lo bueno empaña.
Nunca publiques patrañas
ni versos sin revisión,
ni hagas caso al adulón,

mira que la vista engaña.

jueves, 10 de marzo de 2016

sábado, 5 de marzo de 2016

El día que (RE) conocí a Su

Su llevaba un vestido blanco, tejido.
Nos sentamos en una banca de color celeste pálido.
Con su mano derecha acogió mi mano izquierda y de ambos brotó una energía poderosa, mezcla de las vitalidades de ambos que se potenciaban. 
La mía azul, la de Su, roja.
Un brioso rayo de color lila nos envolvía.
Al despertar casi no teníamos ropajes y estábamos así, vulnerables, limpios y sobre todo felices. 
En la cabeza de Su había una malva rosada, flor similar a ella misma en belleza e intensidad.
Sobre mí testa una boina gauchesca.
Y allí, en el sur, nos quedábamos mirando en medio del silencio. 
El silencio es el lugar donde Su más cómoda se siente, es para ella un placer cuidarlo y respetarlo.
Sin decirme nada, Su me lo dijo todo. 
Seguiré estando bendito, en esta vida y en otras más.

https://www.youtube.com/watch?v=FSKwrdSMnvs

miércoles, 2 de marzo de 2016

Pléyade

No te conozco y quizá jamás tenga la dicha de conocerte. Pero tengo nociones de tí, te he visto en múltiples ocasiones.
Creo que sé cual es tu apariencia, siento tu aroma, la suavidad de tu piel, lo cómodo de tus curvas al recibir naturalmente a mis manos, la textura de tu cabello, el calor de tus manos, la música que te gusta ya la he escuchado, escritos tengo los versos que te cantaré, conozco el color de tus ojos, he oído la prosodia de tu voz, sé bien quien eres.
Sé que en algún lugar estás escondida en estos momentos.
Varias veces te he invocado y has, por instantes perecederos, llenado mi corazón.
Estás en todas partes, habitas todo lugar.
Existes, quiero creer que existes y que nos encontraremos sin necesidad de búsquedas. Aparecerás ante mis ojos y sabré reconocerte.
Tu presencia se me ha hecho patente entre besos calurosos, entre amores fugaces, en las promesas de amor eterno que duran un abrir y cerrar de ojos, en esos flechazos inmediatos, en gélidos lechos, en la tristeza y el luto, en romances que terminan abruptamente, en los caminos que se dividen.
Te asomas donde quiera que vaya.
Has sido esquiva, distante y misteriosa. Aún así te he amado, con todas mis fuerzas, con toda la pasión que puedo dar, con alma y cuerpo. Mucho te he amado, porque aunque no te conozco hoy sé que has estado en todos los cariños de que he disfrutado, parte de ti se me ha mostrado en todas esas experiencias disfrutadas y atesoradas, aunque a la larga fallidas. Te he amado en cada una de las mujeres a quienes amé, en cada una he querido hallarte sin tener éxito.

Algún día conoceré tu perfecta imperfección, de la que disfrutaré mucho. Algún día espero conocerte, pléyade y musa de mis fantasías.