lunes, 30 de enero de 2017

La Alianza siempre será la Alianza

El 23 de Agosto de un año terminado en trece, la Alianza envió secretamente una carta para terminar la guerra. En bellos y poéticos términos se establecían las condiciones para una tregua definitiva, manifestando que dicha constructiva proposición de paz quedara en secreto.
La Patria Independiente leyó de principio a fin la misiva, elegantemente redactada. No hubo reacción ante ella, a todas luces se trataba de una trampa. A pesar de los ofrecimientos de estabilidad y de la apertura a un nuevo estado de equilibrio entre las partes involucradas, era difícil de creer que tuviera un sustento sólido.
No se limaron las asperezas del conflicto, es más, se acentuaron. La guerra continuó de todos modos, se conserva aún la carta; como una anécdota en un museo, donde el público puede leerla y consultarla.
Ningún visitante posa sus ojos en ella sin una exclamación cargada de fuertes epítetos.

La Alianza será siempre la Alianza, hay cosas que no cambian.

sábado, 28 de enero de 2017

Pruebas contundentes

- Insisto, no parece haber nada anormal en su conducta, sus procesos cognitivos ni en un habilidades sensoriales y motoras. Los análisis son concluyentes, señor Matamala.
- Los análisis son falibles, mi querido Doctor, eso Ud. lo sabe. No calzo con la sociedad, no me siento parte de ella. Le agradecería encarecidamente si pudiera permitirme una estancia de dos o tres semanas en las dependencias del Hospital. – Explicaba Matamala, ya casi con desesperación.
- Señor Matamala, no puedo hacer tal cosa. El reglamento es estricto, no está permitido recibir a pacientes que no justifiquen su calidad de tales luego de aplicar las pruebas. Ud. está sano, puede hacer una vida normal perfectamente, sería una exageración recluirlo. – Señalaba el Doctor Estévez con total parsimonia, intercalando entre sus palabras algunas fumadas de su pipa. Mucha distinción en sus ademanes, mucha clase en su estampa.
- Doctor, se lo ruego, por favor. – Suplicaba Matamala.
- No hay nada que hacer. Vaya a su casa, descanse, disfrute de su tiempo libre y tómese todo con calma. No cometa ninguna locura que haga a los policías pensar que debe estar aquí, Ud está sano mi amigo. – Agregó Estévez a concluyendo así la entrevista. Levantándose de su mullido sillón de médico psiquiatra dio unas palmaditas en la espalda a Matamala y le abrió la puerta mientras simultáneamente agitaba su mano en señal de despedida.
Matamala siguió las instrucciones. Matamala recuperó su vida. Matamala recuperó a su familia. Matamala recuperó la felicidad.

Nada de eso hubiera sucedido si Estévez no hubiera mentido sobre los resultados de las pruebas.

lunes, 23 de enero de 2017

Churinchurinfunflais

- Esa acuarela está hermosa, me encanta tu paleta de colores. ¿Cómo lograste que el agua se vea con tanto movimiento?

- Con arte de Churinchurinfunflais.

viernes, 20 de enero de 2017

FÁBULA MÁLULA

La hormiga y la cigarra se encontraron, después de mucho tiempo.
- Hola, cigarra.
- Hola, hormiga.
- ¿Cómo va?
- Lo de siempre, cantando todo el invierno para bailar en verano.
Mientras la cigarra hacía patente su impresión, la hormiga tomó asiento en una hoja cercana de la planta en la que la cigarra descansaba.
- Era se suponerse, yo en cambio me la paso trabajando. – Señaló la hormiga, encendiendo un cigarro (no emparentado con la cigarra) y ofreciendo otro a su compañera.
- Todos los años igual… ¿Alguna novedad? – Preguntó la cigarra, mientras lanzaba la primera bocanada de humo al aire.
- Para nada, se supone que ahora tengo que enrostrarte tu entrega al principio del placer. Tengo que sacar a colación que fuiste descuidada con tus labores, no sé a quien se le ocurrió que me gustaba pasármela trabajando.- Contestó la hormiga, haciendo ejercicios de estiramiento muscular.
- Claro, la misma falta de compasión y de piedad. No somos modelos a seguir, tú con tu soberbia y rigurosidad, yo con mis carencias de disciplina y afecto desde épocas tempranas de mi infancia.
- Estamos de acuerdo. – Espetó la hormiga mirando al horizonte con la vista perdida.
- ¿Qué enseñanza puede sacar un niño de una fábula donde no se le ofrecen modelos válidos a seguir? Quisiera hablar con quien escribió el guión.
- Imposible, murió hace mucho tiempo. Sufro ataques de ira y soy terriblemente despótica, lo sabes. Tampoco me agrada mi rol. –Señaló la hormiga con frustración. –
- Mi terapeuta me ha dicho que los niños necesitan con quien identificarse para sublimar sus instintos destructivos, eso que los profesionales de la mente llaman Tánatos. ¿Has leído de eso, hormiga? –
- Para nada, cigarra. No tengo tiempo de leer, acuérdate que me lo paso trabajando y además soy ciega, tarada. – Replicó con furia la hormiga.
- Te explico, los niños pequeños requieren de identificarse con los personajes de los cuentos, debe haber un héroe y debe haber un villano. Generalmente los niños se identifican con el primero y aprender cosas que les serán útiles cuando adultos. Eso de ser útil a la sociedad, ya sabes. – Explicaba la cigarra con aire catedrático.
- Entiendo, - señaló la hormiga, sacando una petaca de whisky de quien sabe donde – entiendo o creo entender. ¿Pero de nosotros quién es el héroe?
- Ninguna, mi asalariada colega, ninguna de las dos. Somos parte de una fábula bastante ortodoxa y moralista, pero que no ofrece instancias de salida a los lectores – Contestó la cigarra.
- Una lástima mi perezosa comensal.
- ¿Se podrá hacer algo, amiga hormiga? –
- Esperar a que esta fábula caiga en el olvido y, ojalá, nos hagan parte de un cuento de hadas.
- Cuando pequeña me leyeron pocos cuentos de hadas, ese debe ser el problema.

FIN.


martes, 17 de enero de 2017

Tesorito tan querido

El alma, mi bien, te di
¿Qué diré al que me la dio?
Diré que se me perdió
Solo por quererte a ti.

Podrá un falso caballero
O algún poderoso rey
Faltar al amor y ley,
Ofreciendo el mundo entero.
Más en esto soy certero
Yo que tanto padecí.
Eres la reina de mí
Cuerpo, corazón y mente
Porque esperando paciente
El alma, mi bien, te di.

Con cariños y paciencia
Te adoro reina de amores
La más bella de las flores
Que me adorna la existencia.
¿Me tendrá el Señor clemencia
siendo él quién me creó?
¿Qué excusa inventaré yo
al poderoso Increado?
¿Si mi alma te he entregado
qué diré al que me la dio?

Siempre estarás en mi pecho
Si me queda algo de vida
Y espero que en mi partida
Estés cerca de mi lecho.
Por un camino derecho
Que la luz iluminó;
Juntos iremos los dos,
Nunca perdiendo la calma,
Si preguntan por mi alma
Diré que se me perdió.

Habiéndote ya elegido
Todo en mi vida es festejo,
Mientras te hago los cortejos
Tesorito, tan querido.
Todo recobra sentido,
Se hace claro para mí.
Nunca había querido así
Con tanta felicidad
Me siento lleno, en verdad
Solo por quererte a ti.

viernes, 13 de enero de 2017

Deadline

Nunca le gustaron los conceptos de otras lenguas, aunque diestro políglota era, trataba de conservar la pureza del idioma. Cuando escuchó que el productor se quejaba de que sería difícil terminar el larga duración antes de que se cumpliese la “Deadline” no puedo ocultar su enfado ni un minuto más.
Era cierto, había plazos que cumplir. Contratos y cosas de abogados que le producían un ígneo rechazo.
La banda de acompañamiento que le habían conseguido estaba lejos de su ideal, los muchachos preguntaban demasiado y parecían querer complacerle como perros falderos en vez de preocuparse de aportar a la música. Ninguno se había atrevido a proponer alguna idea o corregirle cuando sus dedos se hacían trenzas frente al piano.
- Trabajen, la “Deadline” está cerca – Gritaba el productor.
Extrañaba esos tiempos en que amigos se reunían para hacer las melodías que les nacían, rolar un pitillo o dos y tomar cerveza. Tiempos en que toda idea era válida.
Ya estaba viejo, venía de vuelta y su calidad de leyenda viviente no permitía entablar amistades reales con gente nueva.
Nada como los viejos amigos.
- Queda poco para que se cumpla la “Deadline”, sigamos adelante –Comentaba su representante.
La presión constante le hizo inspirarse, cambios repentinos en el final de una canción, cadencias nuevas en otra. No obstante, la banda, con costumbre a la rigidez y apegada al cuaderno de pauta, parecía ponerse nerviosa cada vez que liberaba su genio creativo.
- Muchach@s, ¿Qué pasa? Están fallando más de lo habitual, sáquense los nervios de encima. La “Deadline” viene por nosotros y quiere devorarnos … - Decían desde la cabina de controles.
En ese momento se puso de pie frente al piano y espetó: - Caballeros, nadie lo sabe, me han diagnosticado cáncer y me dieron una esperanza de dos meses de vida. Tenemos un disco por hacer. ¡A trabajar!
De allí en adelante el ambiente se hizo más humano, dejamos de perder el tiempo en un cancionero inane y pudimos pulir un álbum, publicado tres meses después de esto, su testamento musical.

Fue un placer trabajar con alguien como él.