De las celosas ni hablar

-Si con quien andas me dices,

puedo decirte quien eres.

- Jamás ando con mujeres.

- Pues, serás de los felices.

Es un ángel mi querida,

la adoro con todo esmero,

hasta en el Edén hay peros,

y uno tiene la elegida.

Es celosa, es aguerrida

si gustan se los precise.

Hasta ordena que le avise,

señalando muy conciso:

“Solo te daré permiso

si con quien andas me dices”.

Menudo problema el mío,

exigir explicaciones

cuando no entiende razones,

¿Dónde queda mi albedrío?

¿Para qué los amoríos?,

Soy feliz con sus quereres.

Pero, se enoja y sugiere,

mientras se arma de un sartén:

“Yo te conozco muy bien,

puedo decirte quien eres”.

Si intento calmar sus gritos

eso muy poco le place,

como púgil me deshace

a charchazos y a chirlitos;

transformando en meteoritos,

luego, todos mis haberes.

Mis posesiones y enseres

están rotos o maltrechos

aunque sabe que es un hecho;

jamás ando con mujeres.

Hacen burlas mis amigos,

me molestan los colegas,

en el barrio y en la pega

ni uno quiere hablar conmigo.

Nadie aspira a ser testigo

de este penar que maldice.

Solamente algo mal hice

fue darle el sí y hoy me entero;

que al permanecer soltero

pues, serás de los felices.

Por fin, no todo es tan malo

porque hay ratos de concilio

que hacen del amor idilio,

grande dicha y un regalo.

Al olvidarse del palo

entrega su corazón.

Si da al celo conclusión

muda en luz, alba y aurora,

y puedo elegir la hora

de acostarme en el sillón.

Empleado del mes

Con cincuenta y tres años de trayectoria era el más antiguo de los empleados de la empresa. Diplomas, llaveros, lapiceras, galvanos, relojes, en fin, todo tipo de reconocimientos repletaban su casa.

Su vigor no era el mismo, de hecho, médicamente había sido declarado muerto hace veinte años; pero necesitaba el dinero.

Su labor era muy simple, impedir que las resmas de papel de las impresoras del pasillo se desparramaran. En su silla de ruedas era el mejor pisapapeles humano que la organización hubiera contratado.

Su trabajo le enorgullecía muchísimo.

Brindis del vicioso

Brindaré, dijo un vicioso

amante de los placeres,

las apuestas, las mujeres

el tomar y andar de ocioso.

Ser así es escandaloso,

eso yo muy bien lo sé.

Si critican les diré

que me bendice la suerte

pues, si me llega la muerte
yo, al menos, sabré el porque.

Mami

Lo primero era contarlos todos flotando sobre la leche. Esperar a que se empezaran a poner blanduchos. Luego contarlos por color. Después comerlos uno a uno hasta que no quedaran más.

Mami estaba distraída, olvidó bañarlo.

Mami estaba distante, no le habló durante la mañana.

Mami estaba rara, no le apuraba en que se comiera el desayuno.

Seguro que la culpa era de las llamadas de Papi en la noche y por eso ella estaba triste.

Mami encendió la tele y dijo que ya volvía.

Sonó el teléfono y Mami lloró.

Tomó las galletas y fue quitando, con su lengua, el relleno de crema. Luego, de una en una, se las comió.

Parecía que a Mami le hacía daño hablar con Papi.

Parecía que a Mami se le cayeron algunas cosas del tocador, había mucho ruido.

Parecía que Mami había derramado el shampoo por todo el piso, un chorro rojo salía por la puerta. También algunos vidrios rotos.

Parecía que Mami por fin se había calmado, pues dejó de gritar.

Parecía que a Mami se le había olvidado que tenían que ir a ver a Abue. Quizá por estar ordenando el baño era que tardaba tanto.

En la tele Doki, pero Doki no le gustaba.

Diálogo 30.547

... - ¿Por qué no quieres hablar?-

- Porque me han pasado montón de cosas malas y ando odioso.-

- Yaaaaaa (con tono de incredulidad) ¿Qué cosas tan malas?, ¿A ver?-

- Un amigo se suicidó, vi a un pariente desparramado en el pavimento, me dejó mi polola por un hombre casado, un auto me golpeó; me torció y me desvió el tobillo, tengo trabajo atrasado, tengo que terminar mi tesis, no me pagan de hace dos semanas, me echaron de la casa...

- Arriba el ánimo, tienes que sentirte bien.-

- Fíjate que no se me había ocurrido...

Verdadera luz

En el Sol brilla el sur,

con más fuerza lo hace el norte.

Prosa auto-biográfica

En uno de sus cuadernos rojos, escribía Diómedes:

… A mí parecer y juicio la gente se reúne con llamativa facilidad y con curiosa escasez de materias en común para establecer objetivos que carecen de claridad, honestidad y consenso. Cuando eso pasa únicamente observo, a veces escucho. 
Delinean jerarquías, intercambian contraseñas, establecen significados. Yo parezco incapaz de eso, no obstante, puedo apreciar la simpleza inocente de lo cotidiano del mundo. Establezco una distancia mínima e infinita, si bien se quiere. 
Si pudiera establecer cual es la única cualidad que jamás he escatimado en mis escritos sería esa, están escritos por un espectador que es a la vez narrador. Soy transparente para el resto del mundo y es por eso que…

Ritmo travieso

Peña tiene el talento de saber llevar la tensión hasta el extremo sin caer en caricaturas. Tensa un hilo invisible y que jamás se corta, es de una descripción alejada de toda prisa, con un pulso métricamente perfecto y un ritmo travieso. Busca el placer del lugar común, pero vaya que provecho le saca con descripciones geniales que casi llegan al absurdo. Es un escritor de gran talento dotado de un humor pocas veces visto en una sociedad tan poco capaz de reírse de si misma como la nuestra.