miércoles, 20 de julio de 2016

Mami

Lo primero era contarlos todos flotando sobre la leche. Esperar a que se empezaran a poner blanduchos. Luego contarlos por color. Después comerlos uno a uno hasta que no quedaran más.

Mami estaba distraída, olvidó bañarlo.
Mami estaba distante, no le habló durante la mañana.
Mami estaba rara, no le apuraba en que se comiera el desayuno.
Seguro que la culpa era de las llamadas de Papi en la noche y por eso ella estaba triste.
Mami encendió la tele y dijo que ya volvía.
Sonó el teléfono y Mami lloró.

Tomó las galletas y fue quitando, con su lengua, el relleno de crema. Luego, de una en una, se las comió.

Parecía que a Mami le hacía daño hablar con Papi.
Parecía que a Mami se le cayeron algunas cosas del tocador, había mucho ruido.
Parecía que Mami había derramado el shampoo por todo el piso, un chorro rojo salía por la puerta. También algunos vidrios rotos.
Parecía que Mami por fin se había calmado, pues dejó de gritar.
Parecía que a Mami se le había olvidado que tenían que ir a ver a Abue. Quizá por estar ordenando el baño era que tardaba tanto.


En la tele Doki, pero Doki no le gustaba.

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