lunes, 29 de septiembre de 2014

Bonsai


- Papá, no le pongas esos alambres al arbolito. Se va a sentir mal.
- Estos alambres no le hacen daño, se los pongo para que crezca con cierta forma.
- ¿Es cómo un frenillo para arbolito?
- Algo así. Y no es un arbolito, es un bonsai. Un árbol que se ha criado en maceta, para que no crezca tanto.
El niño mira a su padre con cara socarrona, la idea le parece una locura. Se queda mirando como las ramas del pequeño bonsai son envueltas por el hilo de cobre que guiará su crecimiento.
- ¿En serio puedes hacer que el arbolito bonsai crezca menos?
- Si, hay ciertas técnicas que sea aplican. Se cortan sus raíces para que no se desarrolle tanto, se le sacan algunas hojitas. Se maneja el tamaño de las hojas y así queda como árbol miniatura.
- ¿Podrías hacer un pajarito miniatura?

jueves, 25 de septiembre de 2014

martes, 23 de septiembre de 2014

Guía

…Frente  a Uds. uno de los tesoros más grandes del paleolítico, de dimensiones descomunales y de colores llamativos para la época destaca, también, por su increíble estado de conservación. Ha sido datado por los expertos del Instituto Trasnacional de Investigaciones Prehistóricas como uno de los más antiguos de todo el continente sudamericano. Se cree que fue realizada por los primeros habitantes que llegaron a la zona precordillerana. – Si van a sacar fotos, por favor, que sean sin flash.- Un trabajo realizado por la revista científica Horizontes ha identificado la temática del fresco rupestre como dedicada a la fertilidad de la naturaleza y como precursor de las ideas orientales del Ying y el Yang.
Estudios de carbono 14 arrojan como resultado una data de al menos 42.000 años, mediante el análisis de osamentas encontradas en la base del recinto sagrado donde se enterraba a los antiguos miembros del clero de la tribu.
Especialistas en Geoarqueología argumentan que el escaso oxígeno en la zona es la clave para que el recinto se haya mantenido intacto y, sobretodo, las tinturas vegetales con que fueron realizadas las pinturas permanezcan incólumes al paso del tiempo…


Me quedé un buen rato escuchándolo, pero tenía que mear. Nunca había escuchado a un boludo hacer tanta alharaca, ni dar tantas explicaciones por una pichula dibujada en la pared de un baño público.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Variaciones del sueño XXXVII

Estamos comiendo los tres, escuchando la naturaleza a orillas del lago y compartiendo un momento grato y agradable.
- Debes enseñarle a Abdón, Papá. Él aprenderá más rápido que yo. Sé que tiene muchos talentos que ni siquiera ha explorado. Yo no soy tan hábil.
Lo dice con un serenidad increíble tomando en cuenta que es una niña de solamente 8 años.
Abdón pone cara de pena cuando la escucha.
Estamos comiendo los cuatro. Marta aparece y los niños se alegran al verla.
- ¿Necesitas ayuda? – Me pregunta aferrando su mano a mi brazo. Sigo comiendo y le hago un gesto afirmativo. Acaricia mi cabello largo y crespo, lo que además de tranquilizarme me hace sentir querido y comprendido.
Estamos comiendo los cinco. Brian aparece con su sitar y se pone a tocar ragas, para que me concentre, dice. Es un maestro del ritmo; mientras toca y medito siento que soy la naturaleza misma. El equilibrio en blanco y negro corre por mis venas.
Estamos comiendo los seis. Mi maestro, fallecido hace años, unta su pan en mi plato. Me inspira confianza y sin decir palabra alguna me da los consejos que necesito. Verlo me hace recordar todas y cada una de sus lecciones. ¿Qué habría hecho él en esta situación?
Estamos comiendo los siete. B.B., con su fina cabellera rubia y esos ojos de colegiala me mira con sensual ternura mientras dibuja con un lápiz de carbón sobre papel de arroz.
Pasado un rato de silencio en la conversación pone en mi mano un dibujo con lo que entiendo será la última batalla que tendré con esa mujer y su maestro. De acuerdo al boceto de B.B. ninguno tiene ojos, además, sus bocas son grandes y desproporcionadas. Las manos no tienen dedos y la mujer no tiene pies en los que sostenerse. Su maestro tiene el cráneo abierto y en carne viva.
Ato los cabos sueltos, por fin junto todas las piezas del rompecabezas.
Estoy comiendo solo, escuchando la naturaleza a orillas del lago.

martes, 16 de septiembre de 2014

Podio local

Era una victoria fácil. Era...
De repente la lluvia no nos permitía escucharle con claridad. Algo pasaba con el radio en el casco y con el auto. Sacó su mano de la cabina y la agitaba con fuerza, como apuntando hacia lo alto. ¿La lluvia? Descartado, era su especialidad y lo estaba demostrando ahora que le llevaba medio minuto de ventaja al segundo en carrera.
Luego de observar desde cámara el coche nos dimos cuenta, no estaba pasando cambios y se había trabado en una de las marchas altas.
Nuestra instrucción inmediata fue de que tenía que ingresar a pits, era preferible perder una carrera antes que sufrir un accidente. Pero, o bien no escuchó o no quiso escuchar.
Siguió adelante aún cuando sabíamos que el desafío físico que sufriría sería titánico. A través de cámara veíamos como sus antebrazos tiritaban en un esfuerzo sobre humano por mantener el volante en posición, en las curvas debía torcer su cuerpo casi completamente para lograr que el auto virara.
Por una u otra razón nunca había obtenido el primer lugar en el circuito, y era algo que le molestaba en grado sumo. Bi-campeón mundial que nunca había ganado en su país era para él alguien que no valía nada, le escuchábamos gritar a través de la radio. Siempre motivándose, siempre dándose ánimo y forzándose a superar sus propios límites
Ya habiendo comprendido que quería terminar a como diera lugar, solo nos quedó apoyarlo. Todos sabíamos que si ingresaba a pits el auto no sería capaz de arrancar de nuevo y quedaría fuera de carrera, no obstante el combustible tal vez no sería suficiente.
Tratamos de informarle pero la radio seguía con desperfectos.
Cada vuelta era un suplicio para nosotros, lo mismo que para él.
Afortunadamente lo peor parecía haber pasado, solo quedaban tres vueltas más y la copa estaría en su bolsillo. Había que aguantar.
Rompió su propio récord de vuelta más rápida, gritaba como un loco, se retaba a sí mismo, se trataba de cobarde, se trataba de valiente.
Faltaban menos de cinco kilómetros para llegar y el auto poco a poco perdió velocidad, se quedó sin combustible. Pasó la meta en primer lugar, Klost casi le alcanzó, pero no fue suficiente. El auto de Emerson se detuvo y le escuchamos rugir, pero no de alegría; rugía de dolor. Los paramédicos salieron a atenderle. Le quitaron el casco y se desmayó de súbito.
Una visita a la enfermería, como nos tenía hace rato acostumbrados cada vez que terminaba una carrera, y al cabo de un rato estaba como nuevo.
El podio debio esperar una media hora.
Tomó la copa, hizo el atisbo de levantarla con ambas manos pero los calambres se lo impidieron. Respiró profundo y la alzó con una mano, sacando fuerzas quien sabe de donde. Lloró, no tengo claro si de dolor o alegría.

sábado, 13 de septiembre de 2014

Iluminación

Tres mentes
De las cuales escoger,
¿Cuál usaré hoy?
Sin saberlo
No puedo tocar mi almuerzo,
Que me mira con tristeza.
Ni conociendo el diamante
Podría saberlo.
Porque no es hoy,
Ni ayer,
Ni el mañana
Lo necesario para que las luminarias
Funcionen.
Siete niveles son
¿Cuál de todos el primero?
¿Cuál de todos el postrero?
Deben, con frecuencia,
Golpearme,
Despertarme y
Enseñarme.
Porque la sandía más tierna
No explica su estado ni condición,
Por que con estudiarla,
Observarla
Y comprendiendo su forma
Nunca, jamás,
Nadie sabrá su sabor.
A menos que corte una
De sus jugosas rodajas
Y la pruebe
Con las manos limpias.
Así me liberaré
Y no conoceré
Aquello que llaman muerte.

martes, 9 de septiembre de 2014

Gestación

Ya iban casi unas cinco semanas, pero no le habían querido contar para no ser una interferencia en su proceso creativo. El libro tenía un plazo de entrega, y ella al verlo allí tan concentrado sacándole música a las teclas de la máquina de escribir creyó que lo mejor era no tocar el tema hasta que la publicación viera luz.
No descansó bien por varios días, pero era bueno verle con tanta energía. A veces una pausa para tomar una sopa instantánea, menos a menudo para un café de tarro. Y continuaba.
Ella no sabía sobre qué escribía él.
Ella alguna vez le dijo que no le gustaba leer; por eso él solamente le preguntaba cuando era estrictamente necesario sobre la sonoridad de algunas palabras o si aparecía algún percance ortográfico que no pudiera resolver por sí solo.
El libro avanzaba y avanzaba en su desarrollo, lo mismo que el niño que ella albergaba en su vientre.
Cuando recibió la noticia su reacción fue clara, felicidad total.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Peticiones cósmicas


Pedí a la luna un amor / no quiso escucharme / como no respondió le disparé / con una escopeta a postones / Me regaló un par de estrellas fugaces / que al mirarlas se extinguieron / Una sigue brillando en mi pupila / pero no habla / no come / no saluda / no respira / y dicen que está viva / Tal vez me dio la vida / quedando luego muerta.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Lo que no se hereda, bien se puede hurtar

Golpeó la puerta con gran fuerza.
- Llanca!! - Gritaba al no obtener respuesta desde el interior. Cada vez lo hacía con más fuerza.
De pronto una de las cortinas del segundo piso se movió. Se escucharon pasos  y la puerta se entreabrió.
- Andrés, ¿Eres tú? Qué cambiado estás!!!
- Déjame entrar, es urgente. 
Llanca abrió la puerta mirando con sigilo hacia fuera, cerciorándose que nadie siguiera a Andrés.
- ¿Qué pasa?
- Encontré esta carpeta con escritos. Necesito que la guardes por un tiempo.
Llanca revisó la letra, y aunque la conocía hizo vista gorda.
- La guardaré, pero solo por una semana. Sabes bien porque.
- Eres una gran mujer, te adoro. Nos vemos el próximo Lunes.