martes, 31 de diciembre de 2013
sábado, 28 de diciembre de 2013
Razones económicas
Las razones económicas han sido trascendentales en el cierre de esta tan célebre revista, que durante noventa años llegara a todos los lugares de nuestra nación. El
editor, Andrés Carin Arteaga menciona: “Es una tarea enorme y maratónica el
pensar, construir y diseñar un artefacto de estas características. Cuando vio
la luz nuestro contexto político y social era un caldo de cultivo que a gritos
pedía que expresáramos nuestro pensamiento a través del relato y la poesía;
situación que en la actualidad no se ha sostenido y no justifica nuestra
presencia”.
Los ejemplares vendidos en librerías y mano a mano, gracias a la
colaboración de los propios escritores, no llegaban siquiera a los 250. “Las
librerías ya no tienen sitio y cabida para revistas en papel, no podemos
competir de igual a igual con el formato digital”, enfatiza Carin.
Sin duda, una gran pérdida.
Durante su período de impresión escribieron
en ella personajes de la talla de Felipe Vieuxtemps, Aquiles Jeria, Diómedes
Peña, Esteban San Marcos, Eloy Requena y Llanca Peñafiel, por nombrar algunos. Su publicación llegó incluso a estar
presente en la Feria del Libro de Guadalajara, en seminarios de arte poético en
Portugal y España; siendo un referente para muchos poetas de habla hispana.
martes, 24 de diciembre de 2013
Herejía
- Átenlo, dice no creer en Santa Claus.
- Debe ser muy malo además, merece un exorcismo. ¿Qué es eso de decir que nunca le ha traído un regalo?
- Debe ser muy malo además, merece un exorcismo. ¿Qué es eso de decir que nunca le ha traído un regalo?
sábado, 21 de diciembre de 2013
OjOs verdes
Poema de amor tan fino
Milagro, bello divino,
Para mi ser macilente.
Espíritu tan potente
Con la fuerza de gran sismo.
Me rescatas del abismo
Con aquellos ojos verdes;
El que los mira se pierde
Pero se encuentra a sí mismo.
jueves, 19 de diciembre de 2013
Gato
Un gato, otro gato, cinco gatos, diez, veinte, cien gatos. No era
simple pintar uno perfecto en todas sus características. Bocetos, esbozos,
ideas de trazos simples se iban acumulando en su papelero.
Ninguno era lo suficientemente bueno.
Había intentado con muchos modelos diferentes, inclusive había superado
esa alergia tremenda que tenía antes los felinos por sobreexponerse a ellos.
Conoció mucho de las razas, de sus características, pelajes y otras cosas.
Se enamoró del Serengeti y consiguió llevar a casa una pareja que
consiguió a muy buen precio en el mercado negro. Se encariñó mucho con ellos, y
debió adaptar su vida a un par de seres independientes y orgullosos,
misteriosos a más no poder.
Pero, ese no es el tema. En realidad convivir con ellos era mucho más
simple que llevar a cualquiera de su especie a un bastidor.
Faltaban detalles en la textura del pelaje, en la transparencia de los
ojos, en la expresión de suficiencia y seguridad. El aplomo del gato, esa
sensación proyectada de estar en otro lugar mentalmente; algo que le despertaba
a Lautaro una “otredad” en los felinos. Parecían estar presentes cuando les
usaba como modelo, y a la vez estar en un lugar muy distinto; elegido
mentalmente con la intención de nos ser objeto de inspiración para nadie
solamente por el hecho de no desearlo.
Sobran explicaciones a la hora de decir que un gato es el peor modelo
que un artista puede elegir. Su cooperación, como se puede deducir de lo
expuesto, es nula. Su capacidad para mantenerse en el
mismo lugar por un tiempo aprovechable es escasa, salvo cuando el animal
duerme.
Eso lo sabía muy bien. Lautaro, sin embargo, no daba su brazo a torcer;
habían expuesto ya sus obras en varias exposiciones, había tenido una de las
mejores agentes a nivel nacional y, según hace muy poco se había enterado,
internacional. Sus obras habían llegado a precios especulativos bastane altos
(no como los de Basquiat, por cierto) y sus ideas se iban puliendo (lo que era
muy bueno para alguien sin eduación formal en el tema, pero ese detalle no lo
divulguen en demasía).
No obstante, el gato había sido un estancamiento.
Solamente con el paso del tiempo (grande Borges!) vislumbró algo que
cambió su timón en 179 grados, ¡el meta-gato! No se puede pintar un gato que
por si solo contenga por completo la esencia de todos los felinos del mundo, pero
si se puede abordar la obra desde el imaginario y concebir uno visto, ni
pensado y que, más allá de la realidad palpable, transmita toda la intensidad
del cuadrúpedo en cuestión.
Un block de bocetos más adelante pudo dar forma y vida a aquello que
buscaba, el meta-gato parecía aullar ante su pincel.
Luego dibujó una meta-manzana, un meta-caballo, una meta-mujer y muchos
meta-objetos de cocina. Adoptó la filosofía de la meta-vida y, según me han
contado, encontró la meta-felicidad.
lunes, 16 de diciembre de 2013
No enamorarse
En resumen, no quiero enamorarme por las
siguiente razones:
- Tiene efectos colaterales.
- Duele cuando acaba.
- Atenta contra la individualidad.
- Implica auto-engaño.
- Hace hablar como estúpido.
- Consume el plan telefónico de manera
despiadada.
- Te desnuda en lo más íntimo de tu ser.
- Resta independencia.
- Resta independencia.
- Desconecta de la realidad.
- Duele cuando acaba.
- Afecta las pupilas.
- Causa taquicardia, bradicardia y todas las
cardias del Universo.
- Hace que cruces los semáforos con roja.
- Provoca comportamientos incompatibles con tu
personalidad base.
- Es una actividad onerosa.
- No existe un manual para tal proceso.
- Tus cercanos te desconocen a ratos.
- Duele cuando acaba.
- Provoca la necesidad constante de arrumacos.
- Implica consensuarlo todo.
- Puede causar desesperanza aprendida.
- Altera el apetito.
- Altera el sueño.
- Altera la dieta.
- Altera todo ciclo circadiano.
- Altera el sueño.
- Altera la dieta.
- Altera todo ciclo circadiano.
- Duele cuando acaba, duele mucho
jueves, 12 de diciembre de 2013
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