martes, 30 de enero de 2018

Jurado

Una a una, debía escucharlas todas. Con su sabida ansiedad y compulsión por realizar las tareas que le encomendaban preparó un termo de té y se sentó con los auriculares puestos a oír todas las composiciones.
Llevaba poco más de la mitad cuando una le perturbó.
Era del todo desagradable y no respondía a ningún formato, criterio o lógica.
Si el diablo hubiese tenido voz, sin duda su sonido sería el de aquel registro.

viernes, 26 de enero de 2018

Don Nicanor Parra

Don Nicanor Segundo Parra Sandoval se ha ido de este plano material. Este 23 de Enero hemos perdido a un grande.
Sin declararme fanático de su obra y confesando que en muchas ocasiones apenas logro entender lo que quieren expresar, tengo claro que Don Nicanor Parra es uno de los más prolíficos, mordaz y directo de los poetas (o antipoeta, según el buscaba ser denominado) de nuestro país, del continente y, aventurándome a ser criticado, de occidente.
Mucho se habló de su vida, su obra, su familia durante esta semana. Hordas de periodistas visitaron su casa en el balneario de Las Cruces para hacer alguna cuña, conversar con algún curioso, algún visitante o simplemente especular con el hogar del Sr. Parra de fondo.
Poco se conocía su obra en realidad. La mayoría de los corresponsales que vi en televisión declaraba honestamente no conocer sus escritos y con suerte podían citar algunos de sus libros, solo como anécdota o por lo vistoso de sus nombres.
Quizá, al día de hoy ya existe un conocimiento menos superficial de su estilo, pluma y letra, de sus artefactos literario/visuales, de sus aceradas cualidades, de su modo acerbo de ver la vida y, con ello, también la muerte.
Con Don Nicanor sucede que el acercamiento más grande a su obra que hubo en el país sucedió producto de cumplir un siglo de vida (falleció de ciento tres años), evento muy poco frecuente en la vida de un poeta. Usualmente bohemios, intensos y apasionados suelen regirse por la máxima de vive rápido y muere joven.
No obstante, a modo personal, creo que no se ha ponderado hasta la fecha el talento de este célebre creador en toda su magnitud.
Un poco por su apellido: Parra. Que para el común de la gente es garantía de algo inspirador, de calidad; aunque no necesariamente comprobado como fruto de la propia experiencia.
En parte también porque la difusión de sus escritos se ha abocado a aquellos que resultan menos complejos y por ello más accesibles. Los homenajes caen, usualmente en el cliché, haciendo versiones y re-versiones de “El Hombre Imaginario” como si este fuera el único escrito válido para comenzar a sumergirse en las letras de Don Nicanor Parra.
Somos demasiado inocentes para vislumbrar de donde venía toda esa irreverencia, esa dureza, esa capacidad creadora. Todo artista tiene una vida, con altos, bajos, vicisitudes, desafíos y conocer ciertos hitos en ella nos permitirá tener mejor posición para comprender el trasfondo de su legado.
La personalidad de Don Nicanor era de sumo compleja, parecía no relajarse. Siempre analizando lo que le rodeaba, dando vuelta los sucesos cotidianos, inventando palabras para lo que no podía ser rotulado, en fin, creando. Le conocí muy poco, aunque almorcé con él alguna vez en las Cruces, me subí a su destartalado escarabajo en cierta ocasión y conversamos sobre poesía popular en cierto encuentro casual donde, por fin, pude compartirle mis versos con el guitarrón. Es cierto que decía las cosas de frente, es cierto que era muy honesto y con un fuego inexplicable en la mirada que las fotos no logran capturar. Parecía estar viviendo la vida de nuevo, transmitía una gran resolución y control. Sabía manejar muy bien los matices sobre lo que era importante y lo que no, dosificando su humor en igual medida para ambos tipos de eventos.
Vi al humano, y la verdad, me quedo con él. De cuando en vez retomo sus libros y en cada ocasión que lo hago creo entenderlos de un distinto modo. No puedo asegurar que capte a cabalidad lo que su autor haya querido decir, pero tampoco voy a caer en el esnobismo de idolatrar a un personaje solo porque los medios deciden hacerlo, nuevamente, luego de que ha fallecido.
Me parece que Don Nicanor ha cumplido uno de sus objetivos, tal vez se está riendo donde quiera que esté, pues quienes quisiéramos descifrarlo tendremos que dejar pasar muchos años antes de lograr comprenderlo.
Por ahora nos conformamos solo con leer…

martes, 23 de enero de 2018

Ascenso

La luz estaba encendida cuando los primeros testigos arribaron al lugar.
Miré la caja fuerte. Estaba abierta de par en par y le colgaban tres o cuatro collares de perlas que, seguramente, el bandido había ignorado en su apuro por abandonar la escena del crimen.
La habitación apestaba a ansiedad.
Manchas por doquier, un pañuelo de seda bordado, huellas de calzado, una linterna, la factura de un suculento almuerzo.
Un trabajo sin premeditación y motivado, claro estaba, solamente por la oportunidad. Atrapar a un gañán que no sabe planificar sería fácil.
El anhelado ascenso estaba en mi bolsillo.

sábado, 20 de enero de 2018

Humor negro

Supimos de lo que había pasado por los periódicos.
Busqué el teléfono de inmediato y le llamé.
Me contestó su hijo, quien me dio más detalles de los sucedidos.
Tomé el primer avión que pude.
Al otro día, por la mañana, llegué a su casa.
Me revisó seguridad.
Me revisó la policía.
Entré a su habitación.
Estaba en cama con un notorio vendaje que cubría las heridas que le produjo el incidente.
Se río y, periódico en mano, dijo: Ernesto, debes cuidar tu dieta esta semana. Evitar los trasnoches e ingerir más agua. Tus números de la suerte son 11, 22, 35 y 41.
Típico de él.

miércoles, 17 de enero de 2018

domingo, 14 de enero de 2018

El lucero del alba

Primera estrella en brillar,
del celeste firmamento,
debe de al Sol despertar
con su sonoro instrumento.

Es en el alba el lucero
y también Venus llamada,
Wüñelfe denominada
por el pueblo más guerrero.
El Sol, cual encomendero,
le ordenó que, al despertar:
“Tu Kull Kull harás sonar
sacándome de mis sueños
será aquél tu único empeño;
primera estrella en brillar”.

Fue por siglos responsable
y en la tarea puntual,
hasta que, para su mal,
sucedió algo lamentable.
Wanglen, con muy cuestionables
motivos y fundamentos,
le invitó para un evento
que pronto en el cielo habría,
uno al que todo astro iría,
del celeste firmamento.

Descuidó, así, su labor,
quedó el cuerno enmudecido
y en el más profundo olvido
la alerta al Astro Mayor.
El cóndor, embajador
que el cielo le hubo de enviar,
comentó, entre su aletear:
“En señales verás bien,
será perdonada quien
debe de al Sol despertar”.

Y en efecto, días después,
un Ngillatún vio en visiones,
rogativas y oraciones
debía de hacer, cortés.
Así superó el revés
llenándose de contento.
El Sol, desde aquel momento,
fulguró en forma potente
y se vio ella nuevamente
con su sonoro instrumento.



miércoles, 10 de enero de 2018

Leyenda

Típico de él. Se fue sin dar aviso, subió al status de leyenda. Es inalcanzable para mí ahora. Se hizo inmortal, sin siquiera colaborar en ello. Mientras tanto yo voy a tener que esperar y esperar, para seguramente morirme de viejo.
Hasta para morir fue fiel a su estilo.

domingo, 7 de enero de 2018

jueves, 4 de enero de 2018

Amor verdadero

El día en que por fin asumió que su alergia era producto de su imaginación y se decidió a tener un gato por mascota, conoció el amor verdadero.