Ha sucedido antes.
No es la primera vez, sin
embargo, estoy llorando. Pensé que en esta ocasión podría tocar el cielo, al
fin.
Creí que el placer duraría
más. ¿A quién quise engañar? No soy bueno en esto ni lo seré jamás. Mi padre
era malísimo, jamás me dio un consejo respecto a esto. Lo que se hereda no se
hurta, dicen.
Le veo alejarse y la nostalgia
se apodera de mi corazón, ¿Qué hice mal?, ¿En qué fallé?
Soy brusco, lo sé, no tengo el
tacto que tienen otros. Otros a quienes admiro.
No es que tenga envidia, solo es
que apenas comienzo a saborear ese momento alegre y es el gozo rutinario, el
desenlace fatal se abalanza sobre mí, cortando ese delicado hilo de unión con el
objeto amado.
Otra vez ha sucedido.
Se va…
Sin despedirse…
Se aleja…
Parece hacerse invisible en el
cielo.
Hay que seguir adelante…
Tengo que comprar otro
volantín.