miércoles, 30 de octubre de 2013

Pregunta valiosa


Tengo un amor que traiciona,
Dos amigos que me mienten.
¿Qué me pasará en el día
qué todos ellos se encuentren?

domingo, 27 de octubre de 2013

Para los gruñones


Fácil es el enojar,
Y también mostrar los dientes,
Pero ser sabio y prudente
Es difícil de lograr.
Hay que saber conciliar
En la precisa medida
Emociones que dan vida
Y que la pueden quitar.

jueves, 24 de octubre de 2013

Décima por el amor

Es tan hermosa pasión
que me lleva a la locura,
me priva de la cordura
cuando llena el corazón.
Poderosa es la emoción,
es tan viva su presencia,
las artes, también la ciencia,
de la manera mejor,
van siempre tras el amor,
que es de la vida, la esencia.

martes, 22 de octubre de 2013

Ciencia a fricción


Después de mucho tiempo volví a soñar con ella, a recordar su voz, su aroma y la ubicación de sus lunares en la espalda. Fue un sueño lúcido en su totalidad, muchos detalles vívidos y casi palpables que me dieron inspiración para escribir. 
Y como pasa cada vez que uno empieza a recordar, vuelve cierta nostalgia y ganas de haberse tomado las cosas de un modo más relajado.
Decidí hacer una catarsis bastante utilitaria a través de la escritura, tomé un par de semanas en dedicarle un cuento. Mismo que no escribí estando con ella a pesar de que la quise y la amé como nunca lo había hecho.
Traté de rememorar sus características positivas, pero no muchas afloraron. Más que nada recordé situaciones desagradables y tensas. Por lo mismo decidí hacer un cuento de ficción y no uno realista.
Lo revisé, lo diagramé e hice unas cuantas impresiones. Obviamente le regalaría una a ella. 
Busqué su número telefónico, pero ya se me había olvidado por completo y no lo había anotado en ningún lugar. Finalmente, luego de muchos intentos fallidos, logré reconstruirlo en mi mente y marcarlo. 
Marqué, marqué, marqué...
Al final del relato su cadáver era encontrado en la tina después de muchos días de haber muerto.
Marqué, marqué, marqué…
Pedí el número a un amigo en común y me corroboró que estaba correcto.
Marqué, marqué, marqué…
No me contestó jamás, pero no me pareció raro ya que ella no tenía gana alguna de hablar conmigo desde mucho tiempo atrás. Lo que me sorprendió fue el momento en que me llamó su tía conmovida, con el corazón trastocado y lánguido, para contarme que habían encontrado a Erica en la tina del baño luego de presentar la alerta de presunta desgracia, eso un par de semanas atrás.
Los peritos manejaban la hipótesis de que se había golpeado la cabeza al intentar alcanzar su celular para contestar una llamada, probablemente mía.

lunes, 14 de octubre de 2013

Manías


Y todos los asiáticos, programados totalmente, esperándonos. “Ud. sube Sr. Puga…ascensor…tres segundos primer piso”. Todo calculado, todo extremadamente frío. Pero aún así se daban el tiempo de gritar en cada esquina cuando pasábamos en las limusinas, habían diez de ellas, y nosotros íbamos en dos apenas.
Nos llevaron al lugar con todo el tiempo calculado, hasta se habían dado el tiempo de medir cuantos segundos demoraban los autos en pasar cada cuadra sin quedarse atascados en un semáforo.  Es era el nivel de organización que tenían.
Fue el único sitio en que ninguno de nosotros logró escaparse del hotel y eso que en ese tiempo los GPS ni siquiera existían, ni siquiera llegamos a la cocina. Parecían oler el aburrimiento en nuestras venas, en cuanto abríamos una de las puertas unos pocos centímetros para asomarnos aparecían de la nada dos o tres de esos novios de torta con gafas ahumadas a preguntar cualquier cosa.
La televisión no era lo más exigente a nivel intelectual a pesar de la por todos conocida sabiduría oriental, Sun Tzu estaría muy triste.
El trayecto al estadio fue de lo más tedioso, volviendo a tema, una larga distancia sin ninguna pausa para mirar el paisaje, era ridículo.
Nos bajaron de las limo y los guardias nos toqueteaban por todos lados, no hubo nada en ese viaje que no fuera extraño.
Subimos al escenario después de que nos registraran exhaustivamente en busca de armas, razón aparente? La princesa nos hizo saber al final del concierto de su presencia, fue muy respetuosa y cariñosa con nosotros.
Estaba el estadio lleno, hasta el tope. Jamás había visto algo así, Diego se quedó paralizado ante tanta gente. Lo curioso era que no se movían a lo más gritaban un poco pero nadie, nadie…NADIE intentó subirse al proscenio. Para nosotros fue extraño aquello, pudimos tocar tranquilos, sin que las fanáticas gritaran mucho y eso nos obligó a oírnos en profundidad. Ese concierto marcó un antes y un después, fue sin duda la enzima catalizadora para transformarnos de unos meros ejecutantes a unos músicos de verdad. Empezamos a crear melodías que ninguno pensaba poder hacer, comenzamos a tocar otros instrumentos y a preocuparnos de los matices.
Felipe se trajo varios kimonos  y una novia, demasiado seria para lo que era nuestro carácter en ese entonces. Esto le hizo crecer mucho en el ámbito personal, ella le llevó a conocer distintas filosofías y a estudiar a fondo su espíritu. Si escuchas las cosas que hicimos después de ese viaje verás que explotamos, Diego también dio pasos gigantes hacia su identidad musical, se permitió crear, componer, arreglar, ejecutar y cantar en el disco. Tanto fue el material que logró componer que un par de meses después había lanzado su primer disco solista. Es bastante bueno.
La pasamos bien…
Pero luego de esa gira nada volvió a ser lo mismo.

jueves, 10 de octubre de 2013

Ante la pregunta de si soy poeta...


Los árbitros de la cultura
Críticos, académicos y profesores,
Dirán que es escritura
Y quienes son escritores.

Es amplia la nave de la literatura,
Hay lugar para bardos y grandes señores.
Sin duda, en esta aventura
Hay muchos bastante malos; otros no tan mejores.

Unos, simples copistas, otros paupérrimos poetas
Que solamente damos vida a décimas y cuartetas
De temas muy manidos.

De la palabra no soy, ni quiero ser, atleta;
Soy solo un alma sola y discreta
Que a la vida, le busca algún sentido.