miércoles, 2 de mayo de 2012

¿Eso está comprobado?

Hace unos cuantos días un amigo que conozco desde que éramos ambos muy pequeños me sorprendió con una pregunta inesperada:
- ¿Uds. Usan el método científico?
- Claro que sí. -le respondí.
- Pensé que los Psicólogos no necesariamente lo usan, pensé que quizá tenían otro tipo de métodos.
- Eso es parcialmente cierto.

Y seguimos conversando, él de cómo era el asunto en Química y Farmacia y yo de cómo era en la Psicología, hablándole desde los casos excepcionales y de las múltiples herramientas de investigación con que cuentan las ciencias sociales.
Parecía muy interesado, pero sobretodo descolocado por que en ciertas ocasiones lo que buscamos como profesionales es más que nada entender el fenómeno objeto de nuestra observación, hasta creer comprenderlo en una buena proporción, más que elaborar y comprobar hipótesis.
Continuamos nuestra charla cuándo hablándole desde lo que manejo del tema, y que en su mayoría ha salido del libros me pregunta con tono zocarrón:

- ¿Eso está comprobado?

Luego de despedirnos seguí dándole vueltas al asunto, y es que los seres humanos escamente somos científicos. Obviamente me incluyo, no vamos por la vida observando, creando teorías que son comprobadas con hechos fácticos; y en el remoto caso de hacerlo, escasamente cambiamos de opinión luego de llegar a una conclusión que es privada, no replicable y además guiada por nuestro estado de ánimo.
Me escuché hablar durante un par de días…yo creo…yo siento…estoy especulando, pero…me parece que… yo estoy seguro que…

- ¿Eso está comprobado?

Muchas veces nos hacemos imágenes de ciertas personas y de nosotros mismos, ella es muy seria…él es como raro…soy quedado…soy flojo…soy talentoso…son simpáticos. Nos quedamos con esas impresiones y las grabamos en nuestra mente y corazón para defenderlas cueste lo que cueste, a veces no visualizamos que efectivamente las personas pueden cambiar; somos agentes de cambio constante y quien lo dude debe solamente mirar a su alrededor. Nos rodean artefactos que alguien primero imaginó, otro hizo y finalmente se quedaron con nosotros para facilitrnos la vida.

-¿Eso está comprobado?

Me pasa, y en este sentido soy muy sincero, que en ciertas ocasiones y con escasos antecedentes veo panoramas inexistentes. Veo cosas donde no están y motivaciones que otros tienen son malinterpretadas por mi ego constantemente y provocan más de un altercado en mis relaciones de todo tipo. Ahora, cuando sucede trato de preguntarme:

- ¿Eso está comprobado?

Pero no siempre resulta fácil, hay que hacer también actos de fe y dar por comprobadas cosas que jamás tendremos ocasión de verificar. Ni hablar del tiempo, por ejemplo, de la infinitud del Universo, de cómo se ve un átomo. Otros las estudian y asumimos por añadidura que esa “verdad” nos hará ver las cosas de modo más claro.

- ¿Eso está comprobado?

Claro, por otro lado, el dejar de pensar o hacerlo en flujo genera menos desgaste al cerebro y se emplea menos energía para ponerlo a trabajar (eso si está comprobado), por lo que facilitarse las cosas tampoco es un pecado.
Mi punto es, que me comprometo a intentar ser más objetivo, a intentar madurar, a crecer y desarrollarme, a dejar de buscar explicaciones afuera y responsabilizarme de las consecuencias de mis actos y un largo etcétera.
Dejo esta nota como constancia por si en algún minuto se me olvida esta idea y, releyéndola, me sirva para refrescar mi propósito.

- ¡Está comprobado!

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