Era de constumbres extrañísimas, si tú me preguntas de todos Bobo era
el más excéntrico. Nunca quiso vivir en una casa, generalmente llamaba en las
noches para invitarme a alguna fiesta privada una semana en un hotel, la
siguiente en otro. Su mujer jamás cocinó o se preocupó de las tareas
domésticas.
Cuando aún no eras de confianza con él parecía un personaje muy tímido
e introvertido, pero una vez que te ibas adentrando en su corazón era el ser
humano más cálido y carismático que podrías conocer.
A veces Chimp y Dummy chocaban violentamente en su carácter, eran muy
similares en cuanto a lo testarudos. Usualmente Bobo era quien les hacía ver
que como trío debían permanecer unidos para enfrentar el showbiz, era un sujeto
increíble; nunca, jamás le escuché hablar algo malo de otra persona. Aunque
consigo mismo era muy severo. Llegaba contando un chiste, haciendo una broma, contando un cuento, recitando un verso y problema resuelto; los muchachos se amigaban en un dos por tres.
Le costaba dormir en ocasiones y eso lo aproximó al juego, apostaba
grandes sumas de dinero y lo habitual era que volviera de brazos cruzados y la
cabeza gacha. Chimp, que era muy previsor y además ordenado con la
administración le prestaba algo para que pudiera alimentarse y sobrevivir,
siempre en pequeñas cuotas, de otro modo lo gastaría de inmediato.
En el set era lo que llamamos el middle man, ese que está allí para
sostener el grupo. No era un líder ni tampoco el que más resaltaba en lo
cómico, más bien era como un puente entre Dummy y Chimp. Desde fuera no se pudo
apreciar su valor en el estudio para idear continuidades en el guión y para
diseñar trucos de cámara o ilusiones ópticas. Básicamente esto venía de una de
sus muchas aficiones de infancia, tenía un gusto increíble para los trucos de
magia y podría, de hecho, haberse ganado la vida en ello. Más de alguna vez lo
intentó, pero nadie comprendió en ese terreno su afición a llegar tarde a toda
cita.
En uno de los sketchs recuerdo que hizo un truco de cartas que hasta el
día de hoy no he visto ser practicado por alguien más y el que tampoco logro
explicarme, era en realidad genial.
También era un increíble violinista, no estoy muy al tanto de la
historia, pero sé que tenía que ver con una forma de terapia para mejorar la
debilidad de su brazo que alguna vez se quemó con ácido. Su padre era joyero y
siendo Bobo muy pequeño tuvo un accidente y le recomendaron tocar de forma
amateur, sorpresa se llevaron cuando se dieron cuenta del talento que tenían en
frente. Fue parte de la planta profesional de la mejor orquesta que hubo en ese
tiempo en Chicago.
Incluso fue boxeador peso pluma, y ganó mucho dinero allí.
Probablemente de esos días viniera su afición por apostar, ese deporte
concentraba gran atención de los fanáticos y obviamente les limpiaba las
billeteras.
Dejó de boxear pues era imposible cumplir con las agendas en los
escasos tiempos de viaje. Bobo nunca puso un pie en un avión, les tenía fobia.
Se hizo imposible convencerlo, no había forma. Si hasta con solamente escuchar
palabras como avión o vuelo, se empezaba a sentir mal y le cambiaban los
colores. Eso no era tan extraño, pero también era dificultoso subirlo a un
automóvil, salvo cuando manejaba él. Uno de los chicos te podrá contar la
terapia que le aplicó para hacerlo entrar en su auto una vez, es de lo más
chistosa.
Respondía bien al tren, exclusivamente en ese medio no había problemas.
Si revisas los schedules de los muchachos te darás cuenta que un 95% de los
lugares que visitaban contaban con una estación de tren. Era “la” manera de
viajar para ellos dado el problema de Bobo.
Para compensar las molestias siempre nos agasajaba, una vez llegábamos, con algún alimento soberbio. Era un cocinero espectacular, su lassagna es y
seguirá siendo única. Si pudiera perdirle algo hoy que ya no está con nosotros
sería la receta, nos dio todo, fue un gran hombre, un gran amigo y casi un hermano.
Pero no me reveló los aliños y aderezos que usaba en ese plato tan magnífico.
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