No recuerdo que fue primero, si la enfermedad de Dummy o la
irresponsabilidad de Bobo. Creo que lo de Dummy fue algo que vimos venir de
antes, pero aún así no supimos hacerle frente. Era un muchacho encantador,
completísimo en todo ámbito. Buen deportista, buen actor y comediante y además,
un galán.
Si tuviera que mencionar algo en su contra, ya tratando de rebuscar
algún argumento, lo único que le perjudicaba era su memoria a la hora de
aprenderse los guiones. Pero con su ingenio y espontaneidad siempre supo salir
del paso siempre.
A veces era insostenible seguir grabando.
Los cámaras comentaban entre ellos lo que sabían de oídas sobre las
tramas, anticipaban alguno de los chistes o de las situaciones de los cortos.
Unas veces los ayudaban los disfraces, otras con los objetos de tramoya. La cosa es
que casi siempre obtenían alguna exclusiva, y el efecto de la risa no los
inundaba tanto. Pero cuando Dummy olvidaba algo era imposible no reir, empezaba
a improvisar y hacer payasadas con lo que tuviera al alcance. Dejábamos rodar
el rollo y a veces podía sostener el sólo una escena por cinco minutos incluso,
era sorprendente.
Muchas tomas se estropearon por que los cámaras se olvidaban de su
cometido por estar agarrándose la barriga para aguantar la risa; recuerdo a uno
de nombre Humberto que se desmayó por un alza de presión.
Era un talento total, una sensación.
Un ser humano impecable, lamento que su suerte con las mujeres no haya
sido de las mejores en lo que a matrimonios respecta. Imagínate, falleció
habiendo cumplido apenas cuarenta y ocho…cuarenta y ocho y con cuatro
matrimonios a su haber… y en esos tiempos. Figúrate tú que uno no duró más de
tres meses, nadie en el estudio se lo explicaba, se veían tan enamorados…
Dummy podría haber conseguido la mujer que quisiera, pero era tan
obstinado que no escuchaba consejos. Tenía un patrón extraño, en cuanto una
mujer le provocaba inseguridad; trataba a toda costa de enamorarla.
Tomando en cuenta que cuando lo contrataron le exigieron cortarse el
bigote y sus rizos, dejándolo en evidente calvicie, el pensaba que su atractivo
hacia las féminas había desaparecido. Se dedicaba a gastar el dinero en cuanto
le interesaba alguna. Casas, autos, vestidos, joyas. Nada era suficiente, por
el contrario, cada vez invertía más.
Para que decir después del capítulo aquél en que Chimp perdió un diente
y Dummy recibió un balazo. Su cojera era difícil de ocultar en planos abiertos,
desde ese día su enfermedad avanzó a pasos agigantados, engordó y ya no era
capaz de mantener la exigencia del día a día en el estudio. Por contrato debían cumplir con ocho
capítulos al mes, lo que era demasiado. Chimp, siendo tan ordenado y
disciplinado casi no lo soportó. El ataque de Dummy en plena grabación fue una
alerta, pero demasiado tardía. Le detectaron un cáncer cervical que poco a poco
lo fue apagando, aún cuando mantuvo el humor hasta sus últimos días. Eso
gracias a Estela, sin ella quien sabe que habría sido de él.
Había que ayudarle a vestirse, a comer, darle sus medicinas a todas
las horas del día y evitar que durmiera en demasía. Estela hizo todo sin
siquiera despeinarse, es una mujer con mucho arrojo…es muy valiente.
La última semana no pude acompañarle, le iba a ver siempre que tenía
tiempo o si no, lo sacaba de otras tareas.
Esos días tenía que cumplir con compromisos fuera de la ciudad y no
pude estar allí para despedirme…Es triste recordar a un amigo como él postrado
en esa silla y aún así no dar su brazo a torcer. La última vez que lo vi le
expliqué de que me iba a ausentar por unos días…me dijo: - ¿Quieres que te
acompañe?
Buen relato profe. Cuidado con el demasiado que le faltó un do.
ResponderEliminarLo revisaré...
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