Eso que nunca nadie pronostica,
Eso que mata cordura y templanza,
Eso que divide y multiplica,
No es fe, ni tampoco esperanza.
Eso que Dios da con tardanza
Y al mismo diablo lo complica.
Eso queremos diario a diario
Sea cual sea el escenario,
Que quita vergüenza y pudor.
Ese don bello, extraordinario;
Ese mal tan bueno y necesario
Les preciso, eso mismo es el amor.
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