martes, 30 de octubre de 2018

Escapatoria


El teléfono sonó tres veces. No alcanzó a contestar. Se quedó a un paso del aparato, diez segundos exactos pasaron y la campanilla se activó nuevamente. Tres veces.
Pensó que se había liberado de ellos.
Aún mudándose de país lograron dar con su paradero.
Estela supo, gracias a esas llamadas misteriosas, que no tenía escapatoria.

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