domingo, 18 de enero de 2015

Tricampeón

- La pole es mía, gané la pole y ahora quieren cambiar las reglas. Esto no es justo. Por tan solo una vez las cosas se harán con mis reglas y a mi modo.-
Emerson estaba cada vez más enfurecido, consideraba que haber cambiado la posición del primero a la parte sucia de la grilla era un decisión tomada con la intención de perjudicarlo. Todavía estaban frescas en su memoria las cosas que habían sucedido el año anterior, sobretodo la descalificación por razones que en el campeonato actual ni siquiera eran penalizadas.
Debía estar atento a la luz verde.
- Estoy acelerando en segunda marcha. Quiero salir con suficiente fuerza. Tomaré la curva desde dentro.- Emerson siempre se decía a sí mismo lo que haría antes de hacerlo, su equipo dejaba el micrófono del casco abierto para escucharle.
Si llegaba primero que Klost sería campeón, si Klost hacía menos puntos que él  sería campeón, si Klost no llegaba a la meta sería campeón.
Verde!!!!
La largada de Klost fue impresionante, aprovechó muy bien su carril y el auto tuvo más adherencia que el de Emerson. Emerson Fanna, bicampeón mundial y vice-campeón actual, aceleró con todo sin importarle ir por el lado cerrado de la curva. Alcanzó a su rival y le robó le cuerda, pero en vez de doblar siguió en línea recta llevándose al auto de Jean Klost hacía la chicana. Ambos chocaron y quedaron fuera de carrera.
Sin haber completado ni un cuarto de la vuelta el campeonato estaba definido. Fanna desde el segundo 25 de carrera fue tricampeón mundial de la mayor categoría de automovilismo.
Klost estaba visiblemente molesto, personal de seguridad que cuidaba que ninguno de los monoplazas se incendiara, debió detenerlo para que no golpeara a Fanna. Desde la escasa distancia que los separaba la respuesta fue que Fanna sacó de su bolsillo una bandera de su país de origen y prácticamente se le resfregó en la cara.
Estaba claro que la competencia entre ambos pilotos dejó de ser constructiva desde mucho tiempo atrás, su enemistad se hizo aún más profunda y preocupante para el equipo McWarren.
Aunque Klost no le podía oír, Emerson de todos modos le gritó. – Fui diseñado para ganar, mi derecho es ganar. No me vas a detener, nadie me va a detener.
Gritaba con todo pulmón y acompañaba sus alaridos con movimientos intimidantes y burlescos. El polvo que levantaban los extintores disuadió a ambos pilotos a salir del lugar.
El satélite televisivo no siguió del todo el accidente y retorno a la pista. Bruhinzeel había quedado primero y consolidaba su ventaja.
El tricampeón sería coronado horas más tarde, pero la vergüenza en su rostro era imposible de ocultar. La champaña, solo por ese día, permaneció en su sitio.

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