domingo, 25 de enero de 2015

Papel

Dimos vuelta el escritorio, la despensa, la mesita de centro, dos veladores y ningún trozo de papel apareció. El maestro permanecía imperturbable con el lápiz en la mano derecha esperando donde aterrizar.
Papel, papel, papel.
¿Dónde encontrarlo en esta gélida cabaña?

Según todo mundo la esperanza era vana, todo el papel que había, lo exterminamos con la chimenea. ¿Todo? Jamás, en el baño, siempre hay papel.
Papel, papel, papel.
Como tantas otras veces previas, llegué con prisa y lo usé sin darle las gracias.

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