sábado, 24 de mayo de 2014

Ego


Cometí el error, craso error, de quitarme los audífonos en mi tránsito por el mundo. Algunas frases se han quedado en mi memoria, afortunadamente no todas.
“Es que yo soy mejor en todo sentido que esa mina”.
“Pero perrito, mi auto corre como él solo”.
“Es más caro que ese, este es el último. En el tuyo la pantalla no se activa con huella digital”.
“Yo no soy na’ pollo, como voh”.
“Algún día se va a arrepentir y va a decir: Parece que la embarré”.
“Estoy aburrida de ese weón, es tan latero. Lo malo es que todavía no pillo a nadie con quien acostarme”.
“A mí no me la gana nadie”.
“No me gustaría ser ella, tan perna. Nadie la quiere y aparte es fea”.
“Mi pega es la mejor, la mejor. Y además soy el que mejor la puede hacer”.
“Pero, ¿ese chiquillo es tonto?”.
“En Francia anduve por sitios preciosos, partes que quizá nunca tu te puedas imaginar”.
“No, si yo terminé con él”.
“Si no sabe, no opine”.
“Cáchate el medio cuero que tengo”.
El ego exorbita cualquier contenedor. El narcisismo sale y, por lo general, busca una víctima a quien despedaza y devora. Pero sus entrañas siempre quieren más y más, quien se ponga por delante será masacrado al instante.
El ego está escrito con una tinta negra indeleble, se mete por cualquier rendija cuando puede disfrazado de cualquier manera. Hoy quiso colarse por mis oídos.

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