martes, 4 de agosto de 2015

Receta

- La superficie se ve bastante bien, pero los adjetivos están gelatinosos y poco crocantes. Es una lástima, te dimos las mejores palabras y las transformaste en ingredientes insulsos. La corteza tiene demasiados puntos comunes y metáforas que solo un novato encontraría interesantes, eso le resta sabor. Puedes dar más y lo sabemos, pero entraste en descontrol y dejaste que la estructura y la sintaxis se difuminaran. El prólogo está notoriamente crudo.
- Si, señor Chef.
- Pasa a ocupar tu puesto. Dante, trae tu cuento por favor.
Dante tomó su plato y lo abrazó cual si fuera un tesoro único y admirable, una joya de la literatura. Con gran delicadeza lo puso sobre la mesa de los jueces.
Al introducir el tenedor se produjo el mismo sonido que cuando alguien pisa las hojas otoño. El chef jurado abrió los ojos cuanto pudo, presa del asombro.
Todas las tildes en su lugar, cada párrafo tenía fluidez y elegancia.
- Sin duda un gran cuento, tiene un sabor excelente. Una gran entrada en el paladar, te luciste y me siento orgulloso de que con palabras y conceptos tan manidos hayas logrado algo de restaurante cuatro estrellas.
La presentación mesmeriza, la mezcla de sabores es genial, supiste condimentar con exactitud las frases yuxtapuestas. Tus sujetos y predicados tienen la cocción exacta, se agradece sobremanera que usaras con precisión los adjetivos, mezclándolos de forma tan interesante.
Todos, atentos, este es el sabor de un cuento. Pronto les contarás a los demás la receta que usaste.

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