martes, 4 de febrero de 2014

Máquinas

Un engranaje, un ladrillo, una tuerca.
Quieren que vuelva a ser uno de ellos, que produzca bienes y punto.
Dos vueltas y 45 grados.
Que transforme un insumo en algo de conveniencia para la sociedad. ¿Y qué es la sociedad?
Aceitado, sólido, apretado.
Poco importa lo demás, los sones, la palabra, el cariño, los sentimientos, las emociones (la máquina promedio tiene severos problemas para pronosticar lo que hay en la mente de un ser vivo).
Tres capas de pintura y luego pulir.
Las máquinas siempre han despertado mi curiosidad, he trabajado con ellas y las he conocido bien. La mayoría de estos artefactos mencionan como importantes cosas que ni siquiera conocen, el amor por ejemplo.
Pasar el arco sobre el instrumento a razón de 120 veces por minuto.
Si ven a un humano les importa solo verlo rendir.
24/7, trabajo y nada más. 24/7, estudio y nada más.
El resto no existe.
No obstante, yo lo conocí.
Creo.
Parece.
No estoy seguro.
Timbre, firma, número de folio.

Por si acaso, me voy a dar una buena engrasada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario