Un engranaje, un ladrillo, una tuerca.
Quieren que vuelva a ser uno de ellos, que
produzca bienes y punto.
Dos vueltas y 45 grados.
Que transforme un insumo en algo de
conveniencia para la sociedad. ¿Y qué es la sociedad?
Aceitado, sólido, apretado.
Poco importa lo demás, los sones, la palabra,
el cariño, los sentimientos, las emociones (la máquina promedio tiene severos
problemas para pronosticar lo que hay en la mente de un ser vivo).
Tres capas de pintura y luego pulir.
Las máquinas siempre han despertado mi
curiosidad, he trabajado con ellas y las he conocido bien. La mayoría de estos
artefactos mencionan como importantes cosas que ni siquiera conocen, el amor por
ejemplo.
Pasar el arco sobre el instrumento a razón de
120 veces por minuto.
Si ven a un humano les importa solo verlo
rendir.
24/7, trabajo y nada más. 24/7, estudio y nada
más.
El resto no existe.
No obstante, yo lo conocí.
Creo.
Parece.
No estoy seguro.
Timbre, firma, número de folio.
Por si acaso, me voy a dar una buena engrasada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario