Siento en este terreno umbrío
Como está muriendo mi libertad
Rodea mis costados la falsedad,
Que no hace más que darme frío.
Todo se transforma en desvarío,
Mentira, oprobio y la orfandad
Que lanzas con enorme necedad,
Mostrándome un tozudo hastío.
Tu amor conocí y fue preludio
De lo que hoy es incansable repudio
A mi presencia, ser y persona.
La estupidez, seguro no perdona
Y es mayor cada vez el ludio
De tu odio, mujer zarrapastrona.
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