- ¿Ha habido algún cambio?
- Nada Doctor, se lo ha llevado todo el día escribiendo poemas. Cabe
alabar sus capacidades, leí algunos y son bastante buenos.
- ¿Ha seguido hablando de esa mujer?
- Cada vez que alguno de los paramédicos se le acerca larga alguna
anécdota de ella. Su comunicación es bastante eficiente, su vocabulario muy
amplio y se da a entender bien. El problema es que está obsesionado con ella.
- Fue una historia compleja, sus parientes me solicitaron silencio
respecto a ese asunto. Por eso es que no hay información en la anamnesis de
este hombre.
- Oí rumores de que su ex pareja se suicidó y él fue quien la encontró
en la tina desangrada y en estado de putrefacción. Usted sabe, algunos de los
visitantes cuentan más de lo debido a nuestros clientes y…
- No mencione nuevamente eso, esa información no se debe divulgar. Si
vuelve a recibir algún comentario de ese tipo niéguelo de inmediato.
- Entonces, ¿Es cierto?
- Sí, recuerde guardar total discreción. Hermetismo total y absoluto es
lo que le estoy exigiendo.
- Pierda cuidado.
- Vamos al patio.
Y caminaron hacia allá, encendieron un par de cigarillos de tabaco
acaramelado y prosiguieron su conversación luego de quedarse mirando fijamente
a ese paciente tan especial. Parecía perdido en penumbras, daba la impresión de
carecer de alma y de sentido en su existencia. Las posibilidades de rehabilitar
a un individuo que no tiene motivación ninguna ante la vida son escasas, sin
duda estaban frente a una patología terrible y pensar en alguna lejana probabilidad
de cura, era una ingenuidad ciega.
- Terminaron por motivos que desconozco, como también su familia. Por
familia entiéndanse sus hermanos y una tía lejana. Llevaban unos cinco años de
noviazgo, felices juntos y con gran proyección para desposarse. Él se ocupó
escribiendo poemas, tal vez para olvidarla o para reconquistarla, nadie lo
sabe. Lo cierto es que una noche acudió a su departamento para pedirle una
nueva oportunidad. Vio luces encendidas, escuchó la radio funcionando y luego
de esperar unas cuantas horas entró por la fuerza. Su hermano mayor dijo que la
muchacha esperaba la situación, que parecía haber planeado todo casi como si
hubiese estado aguardando la visita de él.
– Apuntó al paciente con su cigarillo- Intentó darle primeros auxilios
en vano y leyó la carta, hizo todas las llamadas posibles a hospitales,
parientes, vecinos, amigos. Todo era normal, hasta que su hermana entró al
lugar de los hechos. Hablaba incoherencias, se golpeaba a sí mismo, se arrancó
gran parte del cabello. Imaginarlo me pone la piel de gallina.
- ¿Cuánto tiempo hace de que eso sucedió?
- Un año, doce meses en los que hemos ido tratando de recuperarlo de a
poco.
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