domingo, 4 de agosto de 2013

Paciente


- ¿Ha habido algún cambio?
- Nada Doctor, se lo ha llevado todo el día escribiendo poemas. Cabe alabar sus capacidades, leí algunos y son bastante buenos.
- ¿Ha seguido hablando de esa mujer?
- Cada vez que alguno de los paramédicos se le acerca larga alguna anécdota de ella. Su comunicación es bastante eficiente, su vocabulario muy amplio y se da a entender bien. El problema es que está obsesionado con ella.
- Fue una historia compleja, sus parientes me solicitaron silencio respecto a ese asunto. Por eso es que no hay información en la anamnesis de este hombre.
- Oí rumores de que su ex pareja se suicidó y él fue quien la encontró en la tina desangrada y en estado de putrefacción. Usted sabe, algunos de los visitantes cuentan más de lo debido a nuestros clientes y…
- No mencione nuevamente eso, esa información no se debe divulgar. Si vuelve a recibir algún comentario de ese tipo niéguelo de inmediato.
- Entonces, ¿Es cierto?
- Sí, recuerde guardar total discreción. Hermetismo total y absoluto es lo que le estoy exigiendo.
- Pierda cuidado.
- Vamos al patio.
Y caminaron hacia allá, encendieron un par de cigarillos de tabaco acaramelado y prosiguieron su conversación luego de quedarse mirando fijamente a ese paciente tan especial. Parecía perdido en penumbras, daba la impresión de carecer de alma y de sentido en su existencia. Las posibilidades de rehabilitar a un individuo que no tiene motivación ninguna ante la vida son escasas, sin duda estaban frente a una patología terrible y pensar en alguna lejana probabilidad de cura, era una ingenuidad ciega.
- Terminaron por motivos que desconozco, como también su familia. Por familia entiéndanse sus hermanos y una tía lejana. Llevaban unos cinco años de noviazgo, felices juntos y con gran proyección para desposarse. Él se ocupó escribiendo poemas, tal vez para olvidarla o para reconquistarla, nadie lo sabe. Lo cierto es que una noche acudió a su departamento para pedirle una nueva oportunidad. Vio luces encendidas, escuchó la radio funcionando y luego de esperar unas cuantas horas entró por la fuerza. Su hermano mayor dijo que la muchacha esperaba la situación, que parecía haber planeado todo casi como si hubiese estado aguardando la visita de él.  – Apuntó al paciente con su cigarillo- Intentó darle primeros auxilios en vano y leyó la carta, hizo todas las llamadas posibles a hospitales, parientes, vecinos, amigos. Todo era normal, hasta que su hermana entró al lugar de los hechos. Hablaba incoherencias, se golpeaba a sí mismo, se arrancó gran parte del cabello. Imaginarlo me pone la piel de gallina.
- ¿Cuánto tiempo hace de que eso sucedió?
- Un año, doce meses en los que hemos ido tratando de recuperarlo de a poco.

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