domingo, 6 de mayo de 2018

Harén


Por fin pudo reunirlas a todas.
Cuatro mujeres en su cuarto…
Ni en sus mejores pronósticos, ni en sus sueños más ambiciosos había vaticinado que podría conseguir dicho logro.
Le costaba creerlo. Se tomó unos cuantos minutos para pellizcarse él mismo en el baño contiguo a su habitación.
El espejo le devolvió una sonrisa de esas de antología, como de comercial de dentífrico. Reprimió las carcajadas, balbuceó algo y entró nuevamente a su dormitorio.
El harén continuaba allí, sin desviar la mirada. Le afrontaban con gestos coquetamente sensuales.
No sabía por donde empezar…
¿La rubia?
¿Las mellizas colorinas?
¿La morena de carnes generosas?
Todas le parecían igual de bellas.
Lo dejó a la suerte. Apuntó sin mirar y comenzó por esa.
Por fin había completado la serie de cuadros femeninos de Malbesse, eso era muchísimo más importante que decidir cual colgaría primero.

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