jueves, 10 de mayo de 2018

El Destalonado


Nunca se ha podido ver
al cruel Destalonado,
siendo criatura horrible,
es temido y respetado.

Dicen que es mitología,
mas, yo no estoy tan seguro,
porque sufrí sus apuros
pues, siguiéndome venía.
No sé que razón tendría
para mal quererme hacer.
Relato este suceder,
de este gigante rapaz,
cuyo rostro, vil, falaz,
nunca se ha podido ver.

En el medio del camino
avisté una polvareda
causada, dudas no quedan,
por un grande remolino.
Allí adentro vi al ladino
girando de lado a lado.
Temiendo ser devorado
presto me lancé a correr,
¿Enfrentar, quién va a poder,
al cruel Destalonado?

A otros les llegó la hora
por no ser tan advertidos,
yo permanecí escondido
entre verdes zarzamoras.
Era su devoradora
hambre, cosa muy temible;
resultaba inteligible
que a los niños se comía,
ninguna piedad tenía,
siendo criatura horrible.

Habiendo pasado el susto
me quedé buen tiempo allí,
muy quieto permanecí
en medio de los arbustos.
Ese monstruo tan robusto
mucho me lo habían mentado.
Verlo pasar a mi lado
me dejó muy tiritón,
de ese día en la región
es temido y respetado.

Cuando, por fin, me atreví
a indagar sobre el indino,
una huella en el camino
fue lo único que vi.
Inclusive la medí:
un metro y cuarta tenía.
Su paso marcado había
con fuerza descomunal,
el ser sobre natural
que de talón carecía.


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