miércoles, 4 de octubre de 2017

Carta a Doña Violeta Parra Sandoval



Santiago, 4 de Octubre de 2017.




Estimada Doña Violeta,
Presente:



Sé que le tiene sin cuidado, pero me gustaría darle a conocer que hoy en nuestro país gran revuelo y celebraciones está causando el que hoy, de estar viva, habría cumplido cien años. No creo ser autoridad ni un gran estudioso de su obra, pero me parece conocerla en cierta medida y a Ud. también, gracias al tiempo que he dedicado a tratar de comprenderla y también a causa de haber compartido con un gran número de cultores que le conocieron, de quienes recopiló material y con quienes compartió alguna tertulia musical.

Mi intención más profunda es agradecerle, por su sacrificio, su tesón y por darle cara a un contexto social, artístico y político muchas veces hostil. Tal vez las cosas no son como le habría gustado, le han transformado en un obstáculo a la creación, que sé era uno de sus máximos anhelos. No obstante, por lo menos hay cierto interés en mirar hacia la raíz, o al sucedáneo que nos quieren hacer creer es la tradición.

Se ha dado lugar a muchos homenajes, gran mayoría de ellos re versiones poco cuidadas de canciones que compuso o recibió de primera mano entre campo y cordillera. Mucho escenario, mucha luz, fuegos de artificio y propuestas muy lejanas a lo que habría sido su idea de tributo, pero; en fin, por lo menos hay energía puesta en ello.

Entiendo que se haya sentido sola, abandonada, poco comprendida. En la actualidad la situación no ha cambiado mucho. Me parece muy probable el que, si pudiéramos hacerla resucitar, tomase la misma decisión que tomó hace cincuenta años en su carpa de la Reina, esa que resultó inviable a la larga por su escasa rentabilidad.

Los cantores, los cultores; esos que fueron su néctar y fuente de conocimiento y sabiduría siguen marginados de convocatorias, conciertos y de lo masivo. Algunos, afortunadamente, conservan esa pureza que tanto a Ud. le agradaba. Esos son lo que más valía tienen, ¿Me equivoco?

Me gustaría saludarla, darle un abrazo, conversar con Ud. sobre la actualidad del canto a lo poeta, de la paya, de la música chilena (no confundir con la hecha en Chile), del pueblo; de sus necesidades y sueños.

No oculto mi admiración, mi respeto y mi enamoramiento platónico hacia su persona. Nuevamente le agradezco, con mucha humildad.



P.D.:



Como fue Violeta Parra
deberían haber quinientos,
pero no hay ni uno que valga
la pena en este momento.


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