viernes, 31 de marzo de 2017

¿Es rubia o morena?

Trajo la canción en una grabación, la escuchamos con mucha expectativa. Me encantó lo que nos mostró, pero la sensación no duró demasiado. Se enfadó mucho; un ataque de ira súbito y en extremo violento. Rompió la cinta, algunas pieza de la mesa y, sin darse cuenta, la amistad con algunos de los ingenieros y productores.
Logré hacer que se calmara y entre sollozos me contó que no era así como sonaba el día en que compuso esa tonada. Le acerqué la Gibson acústica y le propuse que nos mostrara como la recordaba, para seguirle con el bajo. Le agradó la idea y surgió en la superficie el ser humano hermoso que antes había sido.
No pude entender lo que hacía, en una toma usaba ciertos acordes para cambiarlos en la siguiente. Se me hizo imposible seguirlo, la canción mutaba cada vez que la interpretaba; solamente mantenía las letras.
Su creatividad increíble se tornó desde ese día en algo inmanejable, luego vinieron las idas a negro en el escenario y más tarde el que reconocerte o no fuera un mero fruto del azar.
En la toma seis o siete me quedó mirando con ternura, recuerdo que preguntó: ¿Es rubia o morena la razón que te tiene tan distraído?
Cuando una sesión no andaba usualmente era por estar pensado en mujeres. En los buenos tiempos, antes de su claustro, solíamos hacernos esa broma.

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