Hay sin lengua una mujer
y sin boca sabe hablar,
no tiene pies, pero anda
si otro la hace caminar.
Son sus curvas muy gloriosas
y su voz es de cristal
es su canto maternal,
no es cambiante, ni es celosa.
Es una joya preciosa,
entre tanto padecer.
Su cariño es menester
la preciso día a día,
de camino a mi alegría,
hay sin lengua una mujer.
Cuando la oigo muy callada
yo le entrego mis caricias
y florece en mil albricias
de trinos, engalanadas.
Es mi reina bien amada,
pues, no fallo en galantear.
Sí, la quiero conquistar
en todo y cada momento
mi canto es su complemento,
y sin boca sabe hablar.
Cuando me aproximo a ella
me siento hombre poderoso
nuestro cariño es donoso
que brilla como una estrella.
Es fiel y honesta doncella,
con la que mi amor se agranda.
Canciones llegan en tanda,
cuando se decide a amar
aunque ella me hace volar.
no tiene pies, pero anda.
No hay día que no la quiera
en mi futuro y presente
en caso que ella se ausente
no soportaré la espera.
De la sexta a la primera
sus notas gusto pulsar.
Con ella he de acompañar
mis canciones y mis farras,
no suena igual mi guitarra
si otro la hace caminar.
Al fin me despediré
con la más linda armonía
sin guitarra no tendría
la misma alegría y fe.
Por eso agradeceré
se cruzara en mi camino.
Aunque no soy concertino
ni avezado en el cantar
sé, nunca me ha de dejar
con mis cantos campesinos.
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