lunes, 30 de noviembre de 2015

Seres competitivos

… Era evidente a ojos de todos que Fanna y Klost se ditanciaban cada vez más a medida que las carreras avanzaban. Klost, que había estado en una posición privilegiada, era asediado por los increíbles resultados de Fanna. Eran la pasión desmedida, esa entrega que desplegaba en la pista, la épica que tenía. Podía hacer cosas increíbles.
Klost en cambio era frío y calculador, podía manejar las carreras de un modo sobrio y sin riesgo. Era eficaz, pero menos llamativo y colorido.
Sin duda, ambos eran seres competitivos.
Los ingenieros dejaron de compartir información, los entrenamientos eran misterio y dentro del equipo parecía… Habían dos equipos distintos.
Dejaron de hablarse y eran agresivos en diversas formas y niveles, sobre todo en carrera. Todos sabíamos que no podía terminar bien, al campeonato le quedaban un par de grandes premios y Klost se iría de la escudería. La situación era insostenible. La más pequeña chispa podía encender la mecha. La explosión sería mortal.

Mecha que estalló en Japón, para variar en Japón…

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