jueves, 30 de abril de 2020

Rodaje


- Piense Ud., cuanto poder tengo en este momento, bastaría con agitar este pañuelo para que los hombres apostados al pie del puente lo hagan estallar – Dijo el alcalde, sin darse cuenta de que con ese simple movimiento de muñeca puso en marcha todo el dispositivo que, según el documento oficial, no debía de activarse hasta cinco minutos después de su desafortunada señal.
- ¡Estamos perdidos!, ¡Qué desastre! – Espetaba el director de la película, refunfuñando, pronunciando groserías en más de diez idiomas distintos y llevándose las manos a la cabeza. Su enojo era evidente, pero no podía desquitarse con el edil municipal, lo que aumentaba aún más su ira.
Por fortuna los camarógrafos estaban preparados y, salvo un par de fallas en el encuadre que terminaron dando mayor dinamismo a la escena, pudieron registrarlo todo. Eso es, precisamente, lo que vemos en la pantalla cuando contemplamos esta película, hoy, de culto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario