Soy torpe, a veces miedoso, a veces ansioso, a veces los nervios
me devoran. Y sí, hoy soy todo aquello y otras cosas. Vuelvo a verte, llegaste,
estás aquí.
Existes y ya no eres una anécdota en la marquesina de un teatro que
no sé cuando visitaré de nuevo. Un abrazo tuyo y me transformo en un tronco, en
una ameba, en una piedra.
Una caricia y mi conciencia vuela.
Un beso y mi mente se apaga.
Sé que te quiero, pero…
Sí, te quiero, pero ¿Cómo hacértelo saber?
Mis besos se hacen
torpes, mis brazos te buscan y los siento flotando, mi voz se hace pequeña y
mis ojos son presa de un temblor que me da cosquillas en las mejillas.
Estás aquí y aparece lo que más detesto en mí, un ser
timorato y temeroso.
Pero estás aquí y también me haces sentir seguro e
invencible.
Tu amor me hace ser yo de una forma más completa.
Más ingenuo, inocente y tierno; más apasionado, íntegro y
fogoso.
Tu amor lo es todo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario