martes, 27 de marzo de 2018

Ensalzar los talentos


Nadie entendía su apuro, su prisa desmesurada.

Sacó al guitarra, que afinó en dos segundos, se puso a cantar y nadie atinó a presionar el botón rojo con mayúsculas. Hizo solo una toma que, para mala suerte de las disqueras, jamás quedó registrada.
Respiró, dijo un par de frases robadas del Tao Té Ching. Bien y mal se complementan, o algo similar, luego agregó que sonido y tono armonizan, que no se deben ensalzar los talentos para que el pueblo compita.

Cogió la guitarra nuevamente, tocó una complicada cadenza en tonos menores y siguió, siguió y siguió. Una toma por cada tema. El ingeniero, dudando durante mucho tiempo acerca de la pertinencia de su pregunta, dijo: - ¿Cuál es la prisa?

-Tal vez muera mañana -, respondió Rafael.

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