jueves, 16 de noviembre de 2017

Encuentro forzoso

Y, a futuro, sus fanáticos pensarían que eligió ese bajo por la estética, por el sonido, por la comodidad.
Seguramente, ninguno imaginaría que compró el único que su bolsillo, en cuotas demasiado amables e igualmente esclavizantes, podía solventar estando en ese país tan gélido.

Nadie sospechaba, tampoco, que desde día en adelante ese pequeño instrumento se transformaría en el ícono más importante para quienes decidieran enfrentar las cuatro cuerdas graves.

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