martes, 18 de noviembre de 2014

Joka

Nuevamente en una plaza, me haces pensar. Demasiadas preguntas para alguien que ha viajado mucho, que ha tomado un par de cervezas (que aunque las haya acompañado de las papas fritas más ricas del Universo enmarañan las palabras) y que, además tiene mucho frío.
Conversamos otro rato más, pero el aire helado y el sueño vencen.

En mi viaje a casa de amigos repaso algunas cosas…y me acuerdo de otras.

Ese Cumpleaños al que llegué por compromiso y casi obligado por un compañero de curso insistente y eterna yunta en eventos de ese tipo. Si ese, el mismo que al otro día asistió a la prueba a la que yo no.

El número de teléfono que me diste, incrédula de que al otro día efectivamente te llamaría.

Tú capacidad olfativa impresionante, el aroma que más te gusta: Sal y Pimienta.

Esa conversación de la vida que tuvimos en pleno campo, rodeados de rumiantes y del líder de su grupo. Ni siquiera un toro hizo que paráramos de conversar.

El río al que nunca llegamos, culpable de que embarrados y frustrados tuviéramos que devolvernos.

La revista que motivó que empezara a coleccionar los mejores discos de la Historia de la música anglo.

Las visitas no programadas al mismo local de comida rápida para pedir la fajita de turno con alguna otra cosa.

El saldo que se acaba cuando la conversación recién comienza y que finalmente termina durando unos treinta minutos en promedio.

Tu cuello, siempre adornado por algún pañuelo.

Algún comentario verbal desafortunado del que aún me siento culpable.

Los mercados persa.

Las acuarelas mal terminadas.

Que al fin y al cabo todo en la vida es un papel.

El lunar aquel que trato de apropiarme, como si tocándolo con la punta de mi dedo cambiase de portador.

La película francesa esa, de la cárcel y la nieve que había en ella.

De la estafa que sentimos cuando terminó (aunque era gratis).

Ciertas cosas que me conversaste relacionadas con greda.

Los ángeles con los que he soñado en más de una ocasión, de su piel tersa y suave.

El largo de su pelo y su aroma exquisito.

Los misterios que guardan algunas mujeres bajo su ropa.

La bicicleta antigua que guardo en mi patio ¿Retrocleta? Algo así, si esa que tiene el mecanismo para doblarla y que ocupe menos espacio.

Mi perro Jimmy (para más de alguien Johnny, que igual es con J).

Que alguien me convenció de que la cifra perfecta es cuatro hijos y no tres como yo pensaba.

Un viaje todavía pendiente en el que vamos a ir de pesca todos los días.

Una cadena de pizzerías de colores rojo y blanco.

Un bolso que te gusta cargar.

El colchón del que casi me caigo por dejarle más espacio útil a alguien.

La canción que está en mi Blog.

Que soy el único que dice Joka.

Las veredas que hemos desgastado a fuerza de caminar sobre ellas.

Que no importa el problema, que importa la solución…bonita canción en definitiva.

La reacción que pensaste iba yo a tener ante la noticia de que no ibas a seguir estudiando.

Que te gusta sentir las texturas igual que a mí.

Las conversaciones en los terminales.

La luz que fluye.

Una micro donde no la pasaste precisamente bien.

Que nunca visitas Stgo. (Casi nunca, los siempre y los nunca no existen).

De que debo llamarte cuando llegue.

Que no tengo que buscar la perfección en todo lo que hago, por eso registro las palabras tal cual llegan, por que me dan felicidad a medida que pasan espontáneamente por mi mente.
Ningún poema ni libro alguno podrán tener el mismo valor para mí que estas desordenadas líneas, amiga mía.

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