viernes, 7 de abril de 2017

Variaciones del sueño C

Mis hijos ya no están. Les asesinaron a tración y no pudieron defenderse. Las armas que usa la gente moderna no dan lugar a duelo y sus heridas queman, destruyen y además carecen de todo arte.
Vi como ambos fueron aniquilados y desde el lugar en el que estoy, mas no soy, nada pude hacer. No puedo volver a la vida nuevamente y sé que mi tiempo se está diluyendo. Nada de lo que pretendí construir permaneció, ni mi familia, ni mis hijos, ni la mujer a la que le di la vida.
Mi escuela se ha perdido y todos quienes combatieron a mi lado han muerto o han decidido quitarse la vida.  Yo sigo aquí deambulando, nada cambiará alrededor y los minutos se hacen eternos y llenos de recuerdos.
Arrasaron con nosotros solo por el gusto de destruir, nos aniquilaron y ya nada somos.
Cuando mi espíritu se desvanezca no quedará nadie, ni nada para que nos recuerden. Con suerte seremos una leyenda a mencionar en, con suerte, media plana de un libro.
Lo que veo se hace borroso y oscuro, tengo la vista cansada.

No quiero cerrar los ojos, si lo hago sé que no se abrirán nunca más.

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