Ese estúpido policía, aunque suene a pleonasmo, quería
hacerse famoso a costa mía.
- Vamos a hacer que cantes como Marlon Brando. – Me dijo.
- Pedazo de tarado, ni Marlon Brando ni yo cantaremos. El
era actor y yo no soy ningún soplón. Escoria de la pu…
No alcancé a terminar la frase y sentí el culatazo certero
de su pístola en el rostro.
Era un costo alto, pero lo necesario para comprobar que
portaba el arma que me había descrito el único testigo de los hechos.
Mango de marfil con un lirio de color violeta inscrito en
el. En un ciudad tan grande, parecía irreal haberla rastreado tan rápido.
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