sábado, 1 de agosto de 2015

Los torturadores

A empujones me sentaron:
Amarraron mis manos,
Ataron mis pies a las patas de la silla.
Me cruzaron un golpe recto
Y me aplicaron un gancho cruzado.
Me hicieron fosforito,
Pusieron inciensos candentes en mis axilas,
Me dieron de chirlitos detrás de la oreja,
Mearon mi ropa,
Me electrocutaron los cocos,
Le dieron play a One Direction y Justin Bieber,
Me obligaron a ver fotos de la Tigresa del Oriente,
Bordaron su esvástica en mi pecho
Y pusieron sal en mi herida.
Introdujeron sus dedos mojados con baba
En las cavidades de mi oreja,
Me hicieron calzón chino,
Me echaron clara de huevo en el culo.
Callejón oscuro de papes y patadas,
La marca del indio sufrí en ambos brazos.
Con una goma de miga Factis casi me sacan las patillas,
Me depilaron con chicle,
Pusieron agujas de lana entre mis dedos y uñas,
Martillaron cada uno de los dedos de mis pies,
Con un alicate me quitaron los incisivos,
Apagaron sus cigarros en mi espalda
Y luego jugaron al gato en ella con sus puñales.
Pusieron programas de concursos en la TV,
Mi almuerzo fue una ensalada de pelos de gato,
Me inyectaron pisco a la vena,
Depositaron shampoo en mis ojos,
Me hicieron aspirar limón.
Quemaron todas mis pertenencias
Que no quisieron robar,
Destruyeron a mi familia.
Pero mi alma y mi ideales no los pudieron tocar.
Me río de ustedes, inmundos torturadores.

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