Las primeras notas del concierto de
Korngold siempre le conmovían. Sabiendo que sería la última vez que lo
escucharía se dejó llevar por las emociones sin contenerse. Unas lágrimas
gruesas que le supieron al sabor de su tierra natal rodaban por sus mejillas hasta
llegar al suelo.
Estaba recordando pequeños fragmentos
en la vieja casa de ladrillo donde se crió cuando escuchó su nombre. Ocultó su
dolor y fingió compostura.
Un uniformado lo dirigió a la oficina
donde sería interrogado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario