- Estela, por esa modelo. Esa que fue novia de
Matías no sé cuanto, el rockero que se murió en la piscina.
- Me gusta tu nombre, pero es como de
abuelita.
- Respeta! Tal vez por ese mismo motivo todos
en la familia me dicen Estelita. Me carga.
- Es tierno…
- Me tratan como niña chica, mi papá siempre
me sobre protege. Estelita, cuidado acá, cuidado allá. Ni siquiera tiene idea de
quien soy.
- Atenta, están saliendo de la reunión.
- Tengo el objetivo en la mira.
- Operación 34 en curso, esperamos la
ejecución del distractivo y atacamos.
En las afueras del palacio de gobierno
apareció un auto negro con los vidrios polarizados, desde su interior salió un
puntero láser que se quedó en el rostro de uno de los presidentes. Uno de los
guardaespaldas gritó: Todos al suelo.
No fue una maniobra inteligente, para los
franco tiradores apostados en las cercanías del edificio fue así más fácil
apuntar a su objetivo real.
Click del rifle de precisión, que silencioso
lanzó una certera y única bala en la cabeza del presidente de la nación más
poderosa del mundo.
- Objetivo muerto, repito, objetivo muerto.
- Ese infeliz tuvo lo que se merecía.
- Vamos “Estelita”, nos esperan.
- Vuelve a decirme así y vas a quedar como ese
perro imperialista.
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