martes, 19 de diciembre de 2023

Jeep

 

Solía tomarse un tiempo para asimilarlo.

Ella le daba el último beso, de los muchos que se darían por quien sabe cuánto. Él se bajaba del jeep. Y se quedaba mirándola por el vidrio. Sin mirarle vuelta, ella encendía el motor y se iba a toda velocidad. Como si fuera un día más, como si no fuera una despedida, como si se fueran a ver en casa para almorzar como cualquier día de los previos, como si por la tarde se juntaran en el cine para ver una película.

A ella le complicaban las despedidas, más de una vez le dijo que no sabía cómo enfrentarlas.

A él le quedaba un viaje largo, aún.

No era al llegar al aeropuerto, no era pedir ayuda para hacer el chequeo, no era al pasar por migración, ni siquiera al abordar el avión, tampoco al bajarse del mismo o al subirse al transfer o al llegar a su hogar, a países de distancia.

Se le rompía el corazón cuando veía al pequeño y ágil jeep rojo borrándose en el horizonte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario