
Pistola en mano un sujeto bajó y le apuntó a la cabeza.
- Súbete.-
No necesitaba anotar la patente, había alcanzado a verla y era
imposible que se le olvidara.
Con un convincente argumento metálico dotado de un buen número de
balas, le hizo subir, empujándolo además.
Dentro del auto habían dos tipos más, el chofer y un acompañante de
bastante mal gesto en el asiento trasero que le fue mirando durante todo el
trayecto con cara de pocos amigos.
- ¿Así que querís con la Naty? Voh no sabís en lo que te andai
metiendo. Esa mina es media suelta, pero no es pa’ que nadie se la de de vi’o.
Se mantuvo tranquilo ante la situación, no dijo palabra.
- Esa es la mina del Chino, nadie la toca. ¿Cómo la conociste?
No esbozó emoción y contestó lacónicamente: -No tengo idea de
lo que estás hablando. Ojalá por lo menos saltara la liebre con alguna minita,
pero en ese ámbito cero actividad.
- Chistosito más encima…
El copiloto le miraba con furia a través del espejo del retrovisor.
- Nosotros cuidamos a nuestra gente, pero nos dijeron que como traidor
que voh soi, tenemos que darte una tanda más o menos, ¿Vai cachando?
- No, te reitero; ni idea de lo que hablas. Yo vengo de una junta con
amigos del colegio, de mujeres nada.
El chofer dijo: -Ahora que lo miro, no creo que sea el de la foto, no
tiene el tajo en la cara, fíjate.
El sujeto a su lado se le acercó como oliéndolo, inspeccionando cada
detalle.
- Parece que no es na’ este hueón.
- ¿Quéééééé?- Dijo el copiloto con gran estrépito, se dio vuelta y miró
por completo a su reo. Volvió a su posición inicial y dio un par de golpes
bastante fieros a la guantera del vehículo, el piloto le reclamó enseguida.
- ¿De qué parte vení?
- De Macul, cerca del Estadio.
- ¿ Y qué andabai haciendo acá?
- Vivo cerca de donde me subieron, a como 5 minutos. Estaba esperando
la micro como todo mundo.
- ¿No conocis a ninguna Naty?
- Que yo recuerde…, no. Salvo la del video...WENA NATY!
- Y nos salió bromista...Te salvaste conchetumare, te vamos a ir a dejar a un lugar que conocemos por ahí.
Ni una palabra a nadie de esto, ¿Entendió el hueón?, ¿Quedó claro?
- Mira, del asunto no te preocupes cualquiera se puede equivocar. Pero
voy a escribir algo sobre esto.
- Hace la hueá que querai, pero na’ de andar sapeando. Sapeai, te
tirai.
- Razonable…
- Bájate, cuando cachis que vamos como a media cuadra ahí recién te
lanzai a caminar. Si te veo moviéndote antes te meto bala, voh sabis que ando
con un siete. Ya hueón, marcha.
- Ya, ya. Pásenla bien cabros.
Y así le dejaron en medio de la nada, más allá de los paraderos de
cualquier troncal. En un lugar donde la luz escasamente llegaba y cualquier
persona con sentido de conservación no habría puesto un pie. Pero él tenía
ganas de caminar justo a medianoche.
P.D.: True Story!
P.D.: True Story!
y a quién le pasó eso??? XDDDDDDDDDD
ResponderEliminarEs una vivencia personal, de esas raras que solo me ocurren a mí.
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